Son los únicos estrictamente “polares” y constituyen los ambientes más extremos de la superficie terrestre hasta el punto de que carecen prácticamente de vida superior. Ocupan grandes áreas de los círculos polares (Ártico y Antártico). El extremo frío sólo permite la existencia de algunas formas de vida extremófilas en la periferia de estas áreas. El único gran animal que pasa el invierno sobre el hielo en el Hemisferio Sur es el pingüino emperador (Aptenodytes forsteri) que pone e incuba sus huevos en ésta época. En cambio, en el Hemisferio Norte aparecen algunas otras especies, como, por ejemplo, el oso polar (Ursus maritimus), perfectamente adaptado a este medio gracias al excelente aislamiento que le proporciona su piel, a su capacidad para nadar grandes distancias y a que no necesita agua para beber bastándole el líquido contenido en los cuerpos de sus presas. Otros animales que habitan estas regiones son la morsa (Odobenus rosmarus), ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) o la foca (Phocidae).
Figura 6 c. Oso polar | Figura 6 d. Pingüino emperador |
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