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4. Localización industrial actual

4.1. Los factores actuales de localización industrial

La Tercera Revolución Industrial y la globalización económica han cambiado el peso de los factores de localización industrial.

Pierden importancia la proximidad a las materias primas, a las fuentes de energía y al mercado de consumo ante la facilidad y el abaratamiento del transporte y la ampliación de las áreas de venta en el contexto de la globalización.

Mantienen su relevancia la mano de obra, tanto para las industrias que requieren mucha y poco cualificada como para las que necesitan profesionales cualificados; la disponibilidad de buenos sistemas de transporte y comunicación (autovías, aeropuertos, trenes de alta velocidad, redes telemáticas); el capital; y la política industrial.

Se convierten en protagonistas tres factores de localización que aportan competitividad a la industria. La tecnología (telemática, automatización) permite localizar la industria en los emplazamientos más favorables. El acceso a la innovación y a la información (existencia de personal, infraestructuras y servicios innovadores) es esencial para muchas industrias, sobre todo las de alta tecnología. Y el territorio proporciona ventajas competitivas a las empresas instaladas en él (recursos, mano de obra adecuada, entorno empresarial favorable, apoyo de los agentes sociales, y calidad ambiental).

4.2. Las tendencias actuales de localización: difusión y concentración

Los cambios señalados han modificado las tendencias de localización industrial.

Por un lado, se acentúa la difusión o la deslocalización de parte de la industria hacia espacios periféricos a causa de los problemas de las grandes concentraciones industriales (deseconomías de aglomeración): la saturación y consiguiente encarecimiento del suelo, los equipamientos, las infraestructuras y la mano de obra, el aumento de la conflictividad laboral; y el deterioro medioambiental. También colaboran a la difusión industrial las mejoras tecnológicas y en el transporte; y el impulso de la industrialización endógena basada en las ventajas competitivas de cada territorio. Los sectores más afectados por la desconcentración o la deslocalización son los sectores maduros, poco exigentes en tecnología y muy consumidores de recursos y mano de obra, que deben competir ofreciendo precios bajos, por lo que tienden a desplazarse a espacios periféricos donde pueden reducir los costes. Estos espacios son los países subdesarrollados o emergentes, las regiones menos industrializadas, las periferias urbanas, e incluso ciertas áreas rurales bien comunicadas.

Por otro lado, a la vez, se mantiene la concentración industrial en los espacios centrales, dado su fuerte atractivo. Los sectores que tienden a instalarse en ellos son los de nuevas tecnologías, que exigen servicios e infraestructuras avanzados, mano de obra cualificada, y compradores de bienes de alta tecnología; y las sedes sociales y de gestión de las empresas. Estos espacios centrales son los países más avanzados, las regiones más dinámicas, los núcleos centrales de las áreas metropolitanas, o los sectores más valorados de sus coronas. Así, la situación actual es compleja, pues se da a la vez el fortalecimiento de la capacidad de atracción de los centros industriales y el aumento de las fuerzas difusoras desde estos hacia sus periferias.

4.3. Los emplazamientos industriales

Los emplazamientos industriales actuales son diversos:

  • Museo de la Siderurgia en Langreo (Asturias)
    asturias. com. Algunos espacios industirales en crisis se ha rehabilitado para nuevos usos; así, ha ocurrido con las instalaciones de la antigua empresa siderúrgica asturiana Duro Felguera

    a) Los espacios tradicionales heredados, con predominio de industrias maduras, se encuentran en declive y sus antiguos emplazamientos han perdido su atractivo. Es el caso de muchas áreas mineras; antiguos puertos industriales; algunos emplazamientos fluviales y de montaña por la facilidad de transportar energía eléctrica a gran distancia; y ciertos espacios urbanos. En algunos casos conforman espacios degradados constituidos por ruinas industriales, y en otros se han rehabilitado para nuevos usos.

  • Vista área del Polígono Industrial de Argales, Valladolid
    Diario de Valladolid

    b) Los polígonos o parques industriales son espacios planificados que albergan industrias. Los polígonos industriales se dedican principalmente a la producción industrial, realizada en naves exentas o adosadas de una sola planta; o en naves de uso mixto, con taller en la planta inferior y oficina en la superior. Los parques industriales combinan la producción industrial con la presencia de oficinas y servicios, situados en edificios de varias plantas de uso mixto industrial-oficinas o solo de oficinas.

  • Distritos industriales en España. Metodología ISTAT adaptada. Año 2001
    researchgate.net

    c) Los clusters, distritos industriales, o sistemas productivos locales son espacios industriales formados por redes de pymes, especializadas en el mismo producto o complementarias. Estas empresas combinan la competencia con la colaboración para acceder a la información, a la innovación, o a ciertos servicios, lo que les permite gozar de las mismas ventajas que las concentraciones industriales. Se generan en territorios que ofrecen ventajas competitivas: un tejido de ciudades medianas y pequeñas (que aseguran a las empresas servicios e infraestructuras básicos); conexión con zonas rurales (que aportan producciones y mano de obra flexible); tradición de cooperación empresarial; y apoyo de las instituciones locales. En España existen más de doscientos, extendidos por casi todas las comunidades autónomas, entre las que destacan La Rioja, Cataluña, la Comunidad Valenciana, el País Vasco, y Castilla-La Mancha.

  • d) Los espacios innovadores instalan industrias innovadoras de base tecnológica, o industrias tradicionales que incorporan la mejora, tecnológica o no (diseño, calidad, etc.). Estos espacios pueden surgir de forma espontánea o planificada

    • Los espacios innovadores espontáneos son complejos industriales de alta tecnología, localizados en las áreas metropolitanas de las ciudades más dinámicas; y clusters tecnológicos localizados en ciudades medias y pequeñas, e incluso en ciertas áreas rurales.

    • Parque Tecnológico de San Sebastián
      Imagen cortesía de www.parke.eus

      Los espacios innovadores planificados son los parques tecnológicos, urbanizados para albergar industrias y empresas de alta tecnología; aunque algunos también instalan empresas maduras innovadoras. Se localizan en el entorno de grandes metrópolis y de ciudades medias, en lugares dotados de elevada calidad ambiental; baja densidad edificatoria; buena accesibilidad con la ciudad próxima y el exterior mediante sistemas de transporte rápidos; infraestructuras y servicios avanzados; servicios complementarios; e incubadoras de empresas, edificios destinados a alojar y prestar servicios a empresas innovadoras durante los primeros años de su desarrollo, mientras se decide si son o no viables. Las industrias se ubican en parcelas reducidas, dado que la mayoría son de tamaño mediano o pequeño; y en edificios que cuidan el diseño arquitectónico.

El objetivo de estos parques es implantar empresas de sectores punta que atraigan nuevas empresas; promuevan la innovación y la tecnología en las empresas del entorno; generen empleo de alta cualificación; y favorezcan el desarrollo local.

Los resultados han sido la concentración de la mayoría de los parques y de las empresas innovadoras en el entorno de las grandes ciudades y en los ejes industriales más dinámicos, por lo que se han reforzado los desequilibrios espaciales existentes. Este hecho se debe a que las industrias de alta tecnología son muy selectivas en su localización al depender de servicios muy avanzados y especializados. Además, su éxito ha dependido casi siempre de la atracción de empresas multinacionales. muy avanzadas en tecnología, que no suelen difundir las innovaciones a su entorno, dado que investigan en su país de origen y no mantienen demasiadas relaciones con el entorno empresarial.

4.4. Las áreas industriales

La localización de la industria presenta desequilibrios territoriales, pues existen áreas industrializadas con distinto dinamismo-desarrolladas, en expansión y en declive-y áreas de industrialización inducida y escasa.

Áreas industriales en España
Anaya, 2016, 226

4.4.1. Las áreas industriales desarrolladas

Son los espacios centrales de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, consolidados como los centros principales de la industria española. Su evolución reciente ha sido doble. Por una parte, una pérdida de tejido industrial a causa de la reconversión de los sectores maduros y de la difusión de industrias hacia espacios más baratos. Por otra parte, una revitalización industrial, motivada por la implantación de las sedes sociales de las grandes empresas nacionales y multinacionales en edificios emblemáticos de las grandes vías y del centro de negocios; y por la instalación de los sectores de alta tecnología en parques industriales y empresariales. Como consecuencia, esas áreas pierden empleo industrial debido a la deslocalización de fábricas y a la terciarización del empleo, pero concentran el empleo más cualificado, las actividades más innovadoras y las mayores cifras de inversión en I+D+i.

4.4.2. Áreas y ejes industriales en expansión

Son zonas que están recibiendo implantaciones industriales resultantes de la difusión industrial y de la industrialización endógena.

Las coronas metropolitanas de la periferia urbana y las franjas periurbanas de transición entre el espacio urbano y el rural cuentan con algunas industrias en declive o en reconversión. Pero también atraen industrias tradicionales, nuevas o deslocalizadas desde las áreas centrales metropolitanas buscando reducir costes y hacer negocio con la venta del suelo urbano que ocupaban. Suelen ser pequeñas, poco capitalizadas y necesitadas de trabajo poco cualificado y flexible y dedicadas a producciones tradicionales; subcontratación de tareas; o la transformación de los recursos circundantes. En otros casos, las coronas y franjas periurbanas instalan empresas innovadoras en parques tecnológicos.

Los ejes de desarrollo industrial se localizan a lo largo de las principales vías de comunicación. A nivel nacional, destacan los ejes del valle del Ebro y del Mediterráneo. Están relacionados, mediante una red de autopistas, con los principales centros nacionales y del sur de Europa, por lo que han atraído a diversas industrias nacionales y multinacionales: y también se relacionan con ciudades de antigua tradición industrial o artesanal y con una industria rural dispersa transformadora de los productos del entorno. A nivel regional y comarcal sobresalen los ejes en torno a Madrid, que se extienden hacia las provincias limítrofes de Castilla-La Mancha; y los ejes interiores a lo largo de las principales carreteras (autovía Tordesillas-Valladolid-Palencia).

Ciertas áreas rurales bien comunicadas acogen empresas urbanas deslocalizadas; o industrias tradicionales ya existentes o promovidas por empresarios locales aprovechando los recursos del entorno (dulces, prendas de vestir, muebles). No obstante, a veces surgen empresas innovadoras y distritos industriales.

4.4.3. Áreas y ejes industriales en declive y reestructuración

Son zonas en declive industrial desde la década de 1970, localizadas en la cornisa cantábrica y ciertos emplazamientos (Sagunto, Ferrol, bahía de Cádiz, Puertollano, Ponferrada y los valles del textil catalán). Las causas del declive son la especialización en sectores maduros que sufren la competencia de países más baratos, ocasionando desindustrialización, paro y emigración. La reindustrialización ha encontrado dificultades, a causa de la escasa diversificación industrial motivada por el predominio tradicional de grandes fábricas con pymes muy dependientes de ellas; el escaso espíritu empresarial por el predominio histórico del sector público; la existencia de una mano de obra poco diversificada, poco cualificada y conflictiva, un urbanismo desorganizado; y un medio ambiente deteriorado por el predominio de industrias muy contaminantes y la existencia de ruinas industriales. No obstante, existen casos de revitalización industrial, como el País Vasco a partir de 1995, gracias a la fuerte apuesta por la innovación.

4.4.4. Áreas de industrialización inducida y escasa

Son zonas caracterizadas por la existencia de algunas grandes implantaciones industriales aisladas y por el predominio de industrias pequeñas, tradicionales y dispersas. No obstante, en los últimos años, algunas de estas zonas han recibido industrias desde áreas industrializadas próximas que buscan reducir costes o beneficiarse de subvenciones; y han introducido innovaciones en sectores tradicionales para competir.

Las áreas de industrialización inducida se encuentran en Galicia, Aragón, Castilla y León y Andalucía. Aquí se crearon enclaves industriales por las políticas de promoción industrial de la década de 1960, incapaces de difundir la industria hacia áreas próximas, por lo que generaron desequilibrios territoriales. Es el caso del litoral atlántico de Galicia, de Zaragoza en Aragón, de Valladolid y Burgos en Castilla y León, y del triángulo Sevilla-Cádiz-Huelva en Andalucía. Estas áreas cuentan también con algunas industrias en las capitales provinciales aprovechando el mercado de consumo urbano; y con industrias tradicionales, dispersas, y pequeñas que utilizan los recursos del entorno.

Las áreas de industrialización escasa son Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares y Canarias, debido a su localización poco competitiva. En ellas, las grandes industrias son puntuales y predominan los sectores tradicionales en pymes de baja competitividad. No obstante, Castilla-La Mancha se ha constituido como una excepción por la difusión de la industria madrileña hacia las provincias mejor conectadas.

4.5. La evolución reciente de los desequilibrios industriales

En los últimos años, los desequilibrios industriales se reducen en cuanto a la ocupación industrial debido a las tendencias difusoras de la industria; pero aumentan en cuanto al nivel tecnológico y la calidad del empleo.

En la ocupación industrial, entre 1990 y 2007 perdieron puestos de trabajo las provincias más industrializadas (Barcelona, Madrid), a causa de la terciarización y la difusión industrial; algunas provincias afectadas por el declive o ajuste de sus industrias tradicionales pesadas (Asturias, Cantabria, Bizkaia, Cádiz, Huelva) o ligeras (Alicante); y las de mayor terciarización (Málaga, Baleares). En cambio, creció la ocupación en provincias receptoras de industrias desde provincias próximas (Guadalajara y Toledo respecto a Madrid o Araba respecto a Bizkaia y Gipuzkoa); en provincias donde se crearon nuevas pymes para aprovechar los recursos locales, o donde las pymes tradicionales introdujeron innovaciones. Entre 2008 y 2014, la ocupación industrial ha descendido en todas las provincias a causa de la crisis económica. Sobre todo en las más dependientes de sectores muy afectados por la crisis; y en menor medida las de menor peso industrial, industria más diversificada, o mayor aportación del sector agroalimentario.

En tecnología e innovación, el mayor gasto en actividades innovadoras corresponde a las regiones industriales más desarrolladas (Madrid, Cataluña).

Las consecuencias de la desigualdad en la distribución de la industria son desequilibrios en el reparto de la población; en la riqueza; en la dotación de infraestructuras, equipamientos, y servicios; y en el peso político, que han afectado negativamente a las regiones españolas menos industrializadas.

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