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2.3 Los factores de localización industrial

Figura 05 a. Puerto de Duisbug (Alemania)

La distribución espacial de las actividades económicas y, particularmente, de las industrias dependen de una serie de variables o factores geográficos como la disponibilidad de recursos, los costes de instalación, la disponibilidad de mano de obra, el capital o la tecnología. La decisión de instalarse en un determinado lugar nunca es estática y varía a lo largo del tiempo conforme a la modificación de las variables tenidas en cuenta para su instalación inicial. En muchas ocasiones es una decisión empresarial que, desde la lógica del sistema, se toma teniendo en cuenta todas las variables posibles para minimizar costes y maximizar beneficios. Pero estas decisiones de estrategia empresarial no siempre son lógicas ni mucho menos fijas: de ahí los procesos de relocalización o deslocalización y la descentralización.

Figura 05 b. Mina de carbón Mt Arthur (Australia) Figura 05 c. Altos Hornos de Vizcaya


Los factores de localización se han modificado desde la Primera Revolución Industrial hasta la actualidad y algunos que parecían clásicos e inamovibles han ido perdiendo consistencia. De esta forma, se pueden establecer varios momentos:

1º Hasta mediados del siglo XIX, la dispersión de los centros de producción era lo más frecuente, debidos a los costes de transportes y a la localización de las fuentes de energía (agua y carbón, principalmente).

2º De mediados del siglo XIX hasta mitad del siglo XX, se produce una fuerte concentración de las industrias en espacios considerados adecuados para el propio sistema, independientemente de los factores de localización propios de dichas industrias, fundamentalmente teniendo en cuenta la cercanía  a los mercados.

3º Desde mediados del siglo XX hasta la actualidad, las industrias se han extendido (deslocalización industrial) hacia las regiones consideradas periféricas, ubicándose de nuevo en espacios rurales o rururbanos, mucho más baratos que los urbanos o periurbanos. 

En la unidad anterior estuvimos examinando los diferentes teorías que explican la localización de las actividades económicas. Los factores que intervienen en la localización de la actividad industrial se engloban en dos categorías diferentes: los directos o internos y los indirectos o externos.

1. Los factores directos afectan al proceso productivo y, básicamente, son:  

  • Materias primas y energía.
  • Mano de obra.
  • Tecnología.
  • Capital.
  • Mercado

2. Los factores indirectos o externos no están en relación directa con el proceso de producción pero aportan una serie de ventajas a la instalación de las industrias, por ejemplo:

  • Existencia de economías de escala
  • Contactos interempresariales.
  • Fiscalidad local.
  • Cercanía a los poderes de decisión. 
  • Actitud de la población.

A continuación desarrollaremos algunos de estos factores.

  • La existencia de fuentes de energía y materias primas cercanas a la fábrica ha garantizado su aprovisionamiento en los procesos de producción, reduciendo los gastos de transporte, especialmente, cuando se trata de importantes volúmenes como el carbón, hierro, etc. Esto explica la aparición de los complejos industriales más característicos, como los surgidos en torno a las cuencas mineras del Reino Unido, Alemania o Bélgica. Este factor, a medida que ha progresado el nivel tecnológico general, ha quedado muy limitado a unos cuantos tipos de industrias, de escasa movilidad, como las industrias pesadas, las agroalimentarias y las de primera transformación.
Figura 05 d. Industria siderúrgica Völklingen  (Alemania) Figura 05 e. Polo químico de Huelva.
  • La disponibilidad de mano de obra es un factor decisivo para la implantación de determinados tipos de industrias. Los primeros focos se basaron en el uso de una mano de obra numerosa y barata como única vía de elevar la producción, y esas condiciones se daban perfectamente en las ciudades. La creciente mecanización y automatización ha aumentado el papel de la cualificación de la mano de obra en detrimento de su cuantificación, aunque depende del tipo de industria. Indudablemente
    hay actividades más intensivas que otras en este factor, como la textil, así como otras que precisan mano de obra de alta cualificación (nuevas tecnologías), por lo que tienden a localizarse cerca de los centros urbanos y universidades. Por otra parte, la gran movilidad de los desplazamientos humanos ha disminuido la importancia que tenía en otros tiempos la proximidad a la mano de obra.
Figura 05 f. Fábrica textil en Bangla Desh Figura 05 g. fábrica de componentes electrónicos (España)
  • El papel de la tecnología es, igualmente, determinante para la localización de determinadas industrias, si bien, todas, en mayor o menor medida, la necesitan, pero algunas la precisan más (tecnología punta), de ahí que tiendan a ubicarse en los lugares de fácil acceso, como las grandes ciudades, con centros de investigación cercanos. 
  • El capital tanto fijo (maquinaria y edificios) como circulante (dinero) es un importante factor de localización, si bien su caracterización ha ido cambiando con el tiempo. La cercanía  a los grandes centros financieros es necesario sobre todo en aquellas industrias altamente demandantes de capital. Al inicio de la la Revolución Industrial el capital familiar era el más importante en la financiación de las empresas; en la actualidad cada vez es más necesario el capital y las fórmulas tradicionales ya no son suficientes, de ahí que se recurra a inversores externos, préstamos de bancos o creación de sociedades anónimas para cubrir esa demanda de capital. No obstante, la nueva economía ligada a internet hace que este factor no influya ya tanto en la localización industrial.
  • La orientación de las industrias hacia los mercados ha sido uno de los factores más constantes y determinantes. El mercado provee de bienes de producción y absorbe los bienes de consumo, por lo que las empresas tenderán a concentrarse en ese punto o en sus proximidades. Las teorías clásicas consideraban que de esta forma se abarataban los costes de transporte, muy importantes en determinadas industrias como la alimentación. Otras teorías más recientes ponen el énfasis en las características económicas de la demanda (elasticidad y competencia entre productos sustitutivos) y no tanto en los costes y las localizaciones alternativas. Pero en todos los casos, el mercado adquiere una importancia fundamental en la instalación de las empresas y presenta a lo largo de la historia un claro carácter urbano, sobre todo para las industrias dedicadas a las fases finales de producción.
Figura 05 h. Fábrica de productos farmacéuticos. Figura 05 i. Factor mercado. Mercamadrid.
  • Los factores indirectos o externos han cobrado cada vez mayor importancia en la localización de las empresas e industrias actualmente. Factores como la fiscalidad, la actitud de la población, la existencia de un medio industrial consolidado, etc. crean un ambiente favorable o repulsivo a las industrias. En este sentido existen tres tipos distintos de economías que posibilitan o dificultan la instalación de industrias:
    • Las economías de localización surgen de la concentración de industrias de actividad similar en zonas muy concretas. Se crean ventajas de conjunto que ninguna fábrica por sí sola es capaz de generar.
    • Las economías de urbanización derivan de la localización fabril en una ciudad grande, con una serie de ventajas como un fácil acceso al mercado, oferta diversificada de mano de obra, mejores servicios e infraestructuras, etc.
    • Las economías de transporte están muy unidas a las dos anteriores y son las derivadas de la proximidad de unas empresas a otras (en puntos concretos o en ciudades), con las consiguientes ventajas para el transporte de bienes, transferencia de información, nuevos desarrollos de productos, etc.
Figura 05 j. Mercado laboral en Europa según la creación de empleo y actividad principal. Fuente: EOM

En función de la incidencia de los factores de localización, tanto directos como indirectos, las industrias pueden clasificarse en tres categorías.

  1. Las industrias libres son aquéllas en las que los factores influyen poco (sobre todo los directos), como, por ejemplo, las industrias de alta tecnología.
  2. Las industrias vinculadas dependen mucho del transporte, de la energía y del capital debido a los volúmenes de mercancías y materias primas empleadas, siendo el caso de las industrias de bienes de equipo.
  3. Las industrias inducidas se localizan cerca de las grandes ciudades porque dependen del mercado para colocar su producción final, como las industrias de bienes de consumo.

En la actualidad, las industrias son más ubicuas que antes, es decir, son más flexibles a la hora de  establecer su localización , por lo que la clasificación anterior cada vez es más relativa y se tiende hacia la categoría de industrias libres. Los factores clásicos de producción (energía, mano de obra y materias primas) han perdido influencia ante el creciente protagonismo de nuevos factores, de tipo cualitativo, y definidos como indirectos o externos. Esto es con secuencia del cambio industrial registrado en todos los ámbitos, fundamentalmente en las áreas más avanzadas.

Figura 05 k. Potencia industrial de la UE. Fuente: EOM.

Un breve vídeo resumen del capítulo:

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