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3.1 Los modelos clásicos de localización

Figura 03 b. Factor de localización: disponibilidad de agua.

Estos intentos por explicar la localización de las actividades económicas se remontan al período anterior a la Segunda Guerra Mundial. Aunque con ciertas diferencias, todas parten de unas especificaciones comunes, como son:

  • Todas parten del principio de la competencia perfecta (muchos compradores y muchos vendedores, sin capacidad para influir en el precio del producto o servicio.
  • Todos los agentes económicos actúan con una estricta racionalidad económica buscando una localización óptima.
  • Existencia de una total transparencia del espacio, esto es, no existen barreras para el desplazamiento.
  • Intento por establecer modelos geométricos para sus conclusiones.

Aunque son numerosos, vamos a hacer referencia a los más importantes.

a) Modelo de utilización de la tierra de von Thünen.

El economista agrario alemán J. H. von Thünen es considerado el autor que inició la teoría de la localización clásica tratando de explicar la localización de las actividades agrarias. En concreto, su teoría, elaborada en su obra El estado aislado (1826), se basaba en el concepto de “renta económica”, partiendo del postulado de que los agricultores pretenden obtener el máximo beneficio posible de su tierra y optan, así, por determinados usos del suelo. Esta rentabilidad de la actividad agropecuaria se relaciona con el transporte y su coste. En resumen, la teoría parte de los siguientes supuestos:


1) Existencia de un hipotético “estado aislado” constituido por una sola ciudad y su área de influencia agropecuaria.
2) Ese “estado aislado” es una llanura isotrópica, es decir, un medio físico homogéneo.
3) Hay un único sistema de transporte terrestre, donde los costes son proporcionales a la distancia.
4) Los agricultores de este “estado aislado” se distribuyen en el espacio de modo homogéneo, practicando una economía comercial y totalmente racional (tienen información, buscan el máximo beneficio, acomodan la producción a las exigencias de la demanda, etc.).

Con estas premisas, Thünen planteó que los agricultores decidirían el tipo de cultivo que trabajarían en función de la renta de situación, que es la diferencia entre los ingresos obtenidos y el coste de producción y transporte. Teniendo en cuanta los supuestos anteriores, cuanto más lejos estén los cultivos mayor será el coste de transporte y menor la renta de situación hasta un punto en que los costes serán mayores que los beneficios y ese cultivo ya no será rentable. Inversamente, cuanto más cerca esté el cultivo del mercado menores serán sus costes de transporte y mayor su rentabilidad.  Para solventar el problema de la distancia se tendrá que elegir otro cultivo cuyo rentabilidad sea mayor o dependan menos del transporte o su intensidad (trabajo invertido) sea menor y repercuta menos en el ingreso final. Se crean así una serie de aureolas en torno a la ciudad en función de la intensidad, el beneficio y el coste del transporte. 

Figura 03 c. Modelo concéntrico de von Thünen

El modelo de von Thünen sugiere que el precio de la tierra es mayor mientras más cerca de la ciudad ya que los costos de transporte son más bajos. La ubicación en relación con el mercado es la ventaja competitiva de las estancias más próximas a la ciudad.

Aunque el modelo de von Thünen no encaja por completo con la realidad, el análisis que elabora en base a la ubicación de las estancias productivas es muy importante. Esto último, puede ser aplicado a diferentes factores de producción con relación a sus producciones y mercados. Von Thünen desarrolló principios que hoy son utilizados para explicar el desarrollo urbano, por ejemplo la concentración de empresas en un área de la ciudad para crear distritos empresariales.  

b) Modelo de localización industrial de Alfred Weber.

El economista alemán A. Weber publica en 1909 su libro "Sobre la localización de la industria"  en la que establecía su modelo de localización de la industria. partía de una serie de premisas:

  1. Existencia de una llanura en donde las materias primas necesarias para la industria y los mercados se reparten irregularmente (diferencia respecto a von Thünen).
  2. Las condiciones de producción y los costes de la mano de obra son semejantes en todo el territorio considerado.
  3. Las empresas buscan maximizar sus beneficios minimizando los costes de transporte.
    Figura 3 d. Modelo de localización industrial de Weber.
  4. Hay un sistema de transporte uniforme, cuyo coste aumenta con la distancia recorrida y el peso de los productos generados.
  5. Existen condiciones de competencia perfecta (todos los productores tienen las mismas condiciones de producción).

Según estas condiciones, según Weber, la mejor localización para una industria será aquella en la que consiga reducir los costes de transporte tanto de las materias primas de su lugar de extracción y de los productos elaborados hasta el mercado de consumo.  

Weber representará su teoría en un triángulo, en el cual, dos vértices corresponden a los recursos y otro al mercado. Para determinar la importancia que tiene la parte de recurso que se pierde en el proceso de elaboración Weber elabora un índice de materiales. Este índice consiste en dividir el peso de los recursos utilizados entre el peso del producto elaborado. Cuanto más alto sea el índice más cerca se tendrá que ubicar la planta de los recursos. Cuanto más bajo sea más cerca del mercado. Debido a la simplificación del modelo, éste ha estado sometido a muchas críticas a lo que ha contribuido también la complejidad de los actuales sistemas productivos, las estrategias de localización de las empresas, etc.  Un ejemplo de esto es que los costes de transportes se han visto reducido mucho tanto en tiempo como en volumen, por lo que el peso del factor transporte en el precio final de los productos ya no tiene tanta importancia como cuando este modelo fue formulado.

3. Teoría del lugar central de Christaller.

Esta teoría es una de las que mayor influencia ha tenido en Geografía, sobre todo, en Geografía urbana. Fue elaborada por Walter Christaller y recogida en su obra "Los lugares centrales del sur de Alemania" (1933). Se basa, igual que las teorías mencionadas arriba, en un espacio isotrópico en el que la localización empresarial (no sólo la industrial, sino también el sector terciario) se realizaría en el denominado “lugar central” para abastecer a la mayor población posible, distribuida ésta por todo el territorio en torno a ese lugar central. Esta teoría parte de unas hipótesis o supuestos, que son los siguientes:
1) El espacio considerado es una llanura isotrópica, es decir, un área llana, de fertilidad uniforme, con reparto uniforme de los recursos naturales, con equivalentes poderes adquisitivos y con un funcionamiento equilibrado del transporte.
2) Cada ciudad es concebida como un lugar central, que puede abastecer de bienes y servicios a su entorno, obviándose la función industrial.
3) Las ciudades se organizan jerárquicamente. Las de nivel más bajo tienen funciones menos especializadas, mientras que las de los niveles más altos tienen las funciones de los escalones inferiores más las propias de su nivel jerárquico.
4) Los bienes y servicios se distribuyen desde cada ciudad hacia las de nivel inferior situadas en su área de influencia.
5) El hinterland o área de influencia de cada ciudad viene determinado por el principio de mercado.

Cada bien o servicio tiene un alcance, coincidente con la distancia máxima que la población está dispuesta a recorrer para obtenerlo. El umbral es el mínimo de población que se requiere para provocar la
oferta de un determinado artículo. Lógicamente, en pequeñas áreas no se instalan comercios especializados porque no hay suficiente demanda para hacer rentable el negocio. Del equilibrio entre oferta y demanda surgen áreas de influencia proporcionales a la función (distribución del bien o servicio) de que se trate. Así, los núcleos urbanos más especializados necesitarán un hinterland de mayor tamaño. De este modo, los productores tendrán un área lo suficientemente grande y con la suficiente población como para hacer rentable su negocio.

Figura 03 e. Representación de la Teoría del Lugar Central de Christaller (tomado de Sanz, 2010)

W. Christaller pudo deducir que las ciudades se distribuirían en el espacio de modo geométrico. Las ciudades de jerarquía inferior (A) se distribuyen de manera uniforme por el espacio, formando hexágonos regulares. A cada grupo de seis ciudades de este tipo le corresponde una ciudad de nivel superior (B), más especializada y ubicada en el centro del hexágono determinado por ellas. Cada seis ciudades B definen un nuevo centro C de orden jerárquico superior. El área de influencia de esos núcleos C sería tres
veces superior a la cubierta por B. La jerarquía seguiría ampliándose sucesivamente. 

Aunque la realidad no es tan rígida como mostraba el modelo, ya que existen factores que distorsionan dicha regularidad (relieve, redes de transporte, densidad de población, inercias históricas, ...), la influencia de esta teoría ha sido significativa y algunas de sus conclusiones siguen siendo válidas.

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