
2.8 Patrimonio industrial

Muy relacionado con el paisaje industrial está el concepto de patrimonio industrial. Según el ministerio de Cultura, el patrimonio industrial sería el conjunto de los bienes muebles, inmuebles y sistemas de sociabilidad relacionados con la cultura del trabajo que han sido generados por las actividades de extracción, de transformación, de transporte, de distribución y gestión generadas por el sistema económico surgido de la “revolución industrial”. Esta definición está en la línea de la expuesta internacionalmente en la denominada Carta de Nizhny Tagil sobre Patrimonio Industrial (Moscú, 2003) aprobada por el Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial (TICCIH)
Estos bienes se deben entender como un todo integral compuesto por el paisaje en el que se insertan, las relaciones industriales en que se estructuran, las arquitecturas que los caracteriza, las técnicas utilizadas en sus procedimientos, los archivos generados durante su actividad y sus prácticas de carácter simbólico.
En España, el estudio del patrimonio industrial queda delimitado cronológicamente desde el Plan Nacional de Patrimonio Industrial (Madrid, 2011), desarrollado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), para aquellas manifestaciones comprendidas entre la mitad del siglo XVIII, con los inicios de la mecanización, y el momento en que ésta comienza a ser sustituida total o parcialmente por sistemas automatizados a finales del siglo XX. No obstante, el mismo Plan considera de interés el estudio de sus raíces preindustriales. Su protección viene definida por la Ley 14/2007 del Patrimonio Histórico de
Andalucía, según la cual aquellos parajes, espacios, construcciones o instalaciones vinculados a modos de extracción, producción, comercialización, transporte o equipamiento que merezcan ser preservados por su relevante valor industrial, técnico o científico que sean objeto de inscripción como Bien de Interés Cultural (BIC) en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía, se clasifican con la tipología Lugares de Interés Industrial. Desde el proyecto Patrimonio Industrial de Andalucía (IAPH, 2010) se considera Bien Industrial cada uno de los elementos o conjuntos que componen el Patrimonio Industrial, pudiéndose distinguir, atendiendo a su naturaleza, por un lado, los bienes materiales, tanto muebles (artefactos, utillajes, mobiliario y accesorios del entorno social del trabajo) como inmuebles (elementos industriales, conjuntos industriales, paisajes industriales y sistemas y redes industriales) y los bienes inmateriales, entendidos como usos, representaciones, expresiones, conocimientos, técnicas e instrumentos asociados a la Cultura del Trabajo.
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Figura 10 b. Minas de mercurio en Almadén (Ciudad Real) | Figura 10 c. Cementera Asland. barcelona |
Como consecuencia de la evolución del proceso de industrialización, muchas fábricas, lugares industriales, y objetos relacionados con la industria fueron destruidos, reconvertidos o abandonados. Algunos de estos elementos se han conservado por su gran valor patrimonial, histórico o por que presentan unas connotaciones que entrarían dentro del concepto de patrimonio que hemos indicado anteriormente. Es un concepto que evoluciona también con el tiempo, de ahí que no se considere igual determinados elementos en cada momento. Así, por ejemplo, hasta mediados de los años 70 no se tomó en consideración el patrimonio industrial, dado que el concepto de patrimonio se centraba en lo artístico e histórico y el industrial, por su extensión o por la falta de interés en el sentido clásico, no era considerado con tal. Será a partir de los años 70 cuando se inicie un proceso de apreciación, recuperación y reconversión del amplio y diverso patrimonio industrial. Se empiezan a recuperar instalaciones industriales singulares, maquinaria en desuso, talleres, molinos o parcelas abandonadas en lugares especialmente interesantes. Se estudian, valoran, protegen y, en algunos casos, se les da un nuevo uso emblemático, como museos, centros culturales, etc.
En este sentido, debemos indicar que existen dos tipos de patrimonio industrial:
1. Patrimonio tangible: hace referencia a todo lo material, edificios, maquinaria, talleres, minas, etc.
2. Patrimonio intangible: se refiere a lo inmaterial, formas de visa, de trabajo, etc.
Ambos se deben estudiar, conservar y, si se estima oportuno, conservar, ya que, como todo patrimonio, nos informa aporta un valioso legado sobre otras épocas, sobre otros modos de vida que es preciso conocer y proteger. Pero, además, hay que tener en cuenta que la reutilización y recuperación del patrimonio industrial histórico es en sí misma una actividad emprendedora, un factor de gran interés para los habitantes de zonas afectadas por el declive industrial. Y es que tenemos que considerar que el patrimonio industrial es un recurso económico o un objeto de consumo aceptable, que posibilita el desarrollo de esas zonas, siempre a partir de valores de históricos, identitarios que desprendan autenticidad y sirva para promover el conocimiento científico y tecnológico y que, en definitiva, forme parte de la memoria colectiva de la población.
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Figura 11 d. Cuenca minera en Río Tinto (Huelva) | Figura 11 e. Antigua fábrica textil en Béjar (Salamanca) |
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