4.2 La desigualdad y la pobreza como problema territorial

La desigualdad y la pobreza son situaciones muy presentes en el mundo actual pero que han estado presentes a lo largo de la historia de la Humanidad y en todas los territorios. La desigualdad es un fenómeno que implica que la riqueza no se reparte por igual ni entre países, ni entre personas. Por pobreza entendemos la situación o condición de un sector de la población que no puede acceder a los recursos básicos mínimos para cubrir sus necesidades físicas y psíquicas, lo que hace que tengan un inadecuado nivel de vida o bienestar.

Ambos conceptos están muy estrechamente relacionados: la desigualdad lleva aparejada pobreza y la pobreza es reflejo de la desigualdad existente. En los años de 1970 el concepto de desigualdad se vinculaba con el de subdesarrollo y su análisis se plantea en términos de dialéctica entre desarrollo/subdesarrollo, siendo la desigualdad producto de un mismo proceso histórico: el afianzamiento del sistema capitalista, a su vez sujeto a la lógica centro- periferia. Así pues, la desigualdad se suponía consecuencia de un proceso histórico vinculado al capitalismo y en particular al colonialismo, a la ausencia de una clase media influyente y emprendedora, y por la presencia de minorías capitalistas poderosas y acaparadoras. Algunos de los síntomas que delatan situaciones de subdesarrollo serían el crecimiento demográfico disparado, un proceso de urbanización acelerado, el desempleo generalizado. y la extrema pobreza de gran parte de su población. En los años de 1990 se pone el foco en la contraposición de los binomios bienestar y opulencia frente a pobreza y miseria, con especial atención a la escala intra estatal, la distribución de los ingresos y la situación de la población. Se demuestra que más riqueza no equivale a menos pobreza porque la distribución no es equitativa, sino desigual y generadora de polarización social, y que el crecimiento económico no es ni necesario ni suficiente para eliminar la pobreza. En estas condiciones los esfuerzos para aumentar la riqueza sólo agrandan el foso entre ricos y pobres, siendo la conclusión que el sistema que hace ricos a los unos crea al mismo tiempo la pobreza de los otros.

Figura 04 g. Pobreza en el mundo. fuente: https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/el-mapa-de-la-pobreza-mundial/

En el estudio de la desigualdad se pueden identificar tres niveles geográficos:

1º la desigualdad internacional entre países, que se refiere a la desigualdad de ingreso promedio, lo que ayuda a saber cuán adecuadas son las decisiones y las políticas de los países para acelerar su crecimiento;

2º la desigualdad intra Estados, que se centra en la distribución del ingreso en el interior de un Estado y es importante para conocer cuánto están mejorando o empeorando los niveles de vida de los ciudadanos en cada zona o región de un país; y

3º la desigualdad global, que muestra las diferencias de ingreso entre todos los habitantes del planeta.

Las principales evidencias de la desigualdad entre países y sociedades son:

1ª una acusada concentración geográfica de la riqueza: los países de la OCDE y los países emergentes acumulan los mayores ingresos;

2ª fuertes contrastes en desarrollo humano: los cinco países con el llamado índice de desarrollo humano (IDH) más alto son europeos (Noruega, Irlanda, Suiza,. Islandia y Alemania), mientras que en la cola se acumulan países de África (Níger, R. Centroafricana, Chad, Sudán del Sur, Burundi, Mali).

3ª una distribución desequilibrada de la población mundial, que origina contrastes entre zonas superpobladas y vastos territorios despoblados: según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para 2020, el 60% de la población mundial se concentra en 11 países, destacando China e India (18,25% y 18,04% respectivamente, de los 7.753 millones de habitantes del planeta); y

4ª fuertes contrastes en el estado de la población mundial: a comienzos del siglo XXI el 40% de la población del África subsahariana no tenía acceso al agua potable y solo el 60% de los niños iba a la escuela; asimismo, la vulnerabilidad sanitaria de los países más pobres es mucho mayor que la de los países ricos o avanzados, como lo demuestra el desigual acceso a la vacuna contra la covid-19 a finales de 2021, siendo que el porcentaje total de dosis administradas en el continente africano en dicho año fue de 2,71%, mientras que en Asia se eleva a 67,58%, seguido de Europa 12,14%, después Norteamérica, 9,74% y tras ella Sudamérica 7,2% (https://ourworldindata.org/covid-vaccinations).

En el ámbito científico, el Laboratorio Mundial de Desigualdad (World Inequality Lab), liderado, entre otros, por el economista francés Thomas Piketty, realiza cada cuatro años informes sobre la desigualdad económica en el mundo (enlace al informe de 2022) que ponen de relieve dos hechos importantes: primero, que en todas las regiones del planeta la desigualdad va en aumento; y segundo, que la desigualdad tiene distintas velocidades según los territorios, siendo que las brechas más abruptas están en África, América Latina y Asia. en el último informe de 2022 se ponen de manifiesto otros aspectos claves  sobre la desigualdad como son:

• Las naciones se han vuelto más ricas, pero los gobiernos se han empobrecido (menos impuestos y menos progresividad en los mismos). 
• Las desigualdades de riqueza han aumentado en la parte superior de la distribución. Los multimillonarios globales han capturado una parte desproporcionada del crecimiento de la riqueza global en las últimas décadas: el 1% superior se llevó el 38% de toda la riqueza adicional acumulada desde mediados de la década de 1990, mientras que el 50% inferior captó solo el 2% de ella.
• Las desigualdades de género siguen siendo considerables a nivel mundial, y el progreso dentro de los países es demasiado lento.
• Desigualdad ecológica. Los países más ricos son los que más emisiones producen pero los mas afectados son los más pobres.

Figura 04 h. Participación en el ingreso nacional del 10% superior. Fuente: https://wid.world

En cuanto a la pobreza se puede definir como la carencia de los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de los individuos o las familias. La pobreza ha estado presente a lo largo de la historia y en todas las sociedades, pero es un concepto cambiante y que admite gradaciones. Los avances sociales, económicos, tecnológicos e ideológicos, han producido una drástica reducción de la pobreza en el mundo. No obstante, los distintos grados de desarrollo económico de unos países y otros explica que existan grandes diferencias entre el volumen de pobres en los países del Primer Mundo y el que se aprecia en el Tercer Mundo. Por otra parte, los criterios que se utilizan para categorizar este concepto no son homologables en todos los países, de ahí que exista distinto significado del nivel de la pobreza para cada Estado. Así, suelen utilizarse criterios como estándares nutricionales, habitacionales y de formación, junto a criterios a parámetros monetarios, relativo al ingreso per cápita, tal y como podemos ver en el siguiente mapa:

Figura 04 i. Ingresos medios per capita (2021).

Tal y como se desprende de la figura 4 g, la pobreza es una auténtica lacra en África, con el Sahel, el centro del continente y la parte oriental del mismo como principales territorios de máxima pobreza. Algunos países que destacan en este sentido son: Madagascar, la República del Congo y Sudán del Sur, que poseen un 40 % de su población con ingresos por debajo de 1,90 dólares/día; Burkina Faso, Chad, Níger y, de nuevo, Sudán del Sur entre aquellos con peores cifras en lo relativo a atención sanitaria, sistema educativo y cualquier indicador de seguridad alimentaria. Fuera del espacio africano, Yemen, India, Nepal o Vanuatu estarían incluidos en esta lista de países con máxima pobreza. Asimismo, buena parte de América Latina, sur y sureste asiático y algunos de los conocidos como países emergentes (Brasil, China, República Sudafricana) conforman el grupo donde la pobreza es muy destacable, Es un conjunto amplio y diverso en el que algunos países destacan más por problemas de desigualdad y no es la carencia la principal lacra; pero otros muestran parámetros que les acercan más a los muy pobres, caso de Bangladesh y Pakistán (datos del PNUD y Banco Mundial, 2022).