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e) Ampliación

Ejercicio 1

COMENTAR UN TEXTO

Para comentar un texto hay que relacionar de forma clara y estructurada su contenido con el contexto en el que ha sido escrito, indicando lo que el autor ha querido expresar y con qué intención. Con carácter previo al comentario, debe realizarse una lectura rigurosa del texto, que nos permitirá extraer y diferenciar las ideas principales y las secundarias. En esta fase inicial es muy recomendable la utilización de diccionarios, libros de consulta, Internet, etc. El siguiente paso sería ya abordar el comentario, para lo cual se plantean una serie de pautas que facilitarán un análisis ordenado y completo del texto.

República de pensionistas

Durante una semana, las televisiones y las radios estatales de Alemania dedicaron un programa especial a discutir sobre la validez de los pronósticos demográficos y el creciente peso del sector de la población mayor de 65 años.

Los datos aportados son alarmantes. Actualmente, uno de cada cuatro alemanes tiene más de 60 años y los pronósticos señalan que en el año 2040, el 40% de la población tendrá cuanto menos 60 años, y en 2060 la mitad de la población tendrá más de 48 años.

El debate se inició cuando el ex presidente alemán Roman Herzog, de 74 años, en una entrevista dijo: Alemania será una república de pensionistas. Cada vez habrá más jubilados y los partidos políticos tendrán que prestarles una atención preferente por lo que podría acabar en una situación en que los abuelos saqueen a los jóvenes (exigiendo pensiones cada vez más altas). La prensa comentó largamente estas opiniones y los periodistas pronto pasaron de la república de pensionistas a la dictadura de los pensionistas y de aquí a la guerra de generaciones. Sea como fuere, lo cierto es que ningún partido político se atreve a hablar de revisar o redistribuir las pensiones, convencidos de que este tema les reportaría perder cualquier elección.

A la creciente importancia política de la tercera edad siguió otro debate paralelo, que es el posible empobrecimiento de la gente mayor. El temor no es infundado porque la tendencia a la precariedad laboral hará que cada vez haya menos dinero disponible para las pensiones, además, en un futuro próximo, una gran mayoría de los jubilados habrá trabajado tan poco, debido a períodos de paro y a las prejubilaciones, y habrá cotizado tan poco a la Seguridad Social, que recibirá pensiones ridículas, muy por debajo de la media actual. El aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años tampoco serviría para subsanar el problema.

Durante años, en España, la imagen de los jubilados alemanes se ha relacionado con el bienestar y la calidad de vida. Lo cierto es que comparando el nivel de pensiones, los jubilados alemanes siguen estando muy lejos de la precariedad. Sin embargo, alguna cosa debe haber pasado cuando en esta programación especial sobre la tercera edad, tres alemanes residentes en diferentes puntos del litoral español dijeron que habían dejado de soñar con la costa española como residencia porque todo se ha vuelto carísimo, los precios de las residencias para gente mayor son impagables y queremos volver a envejecer a Alemania.

ÁLVAREZ, P.: El Periódico, 2 de mayo 2008 (adaptación).

GUIA PARA EL ANÁLISIS

1. Presentación

  • Tipo. ¿De qué clase de texto se trata (tratado, ley, acuerdo, artículo periodístico, etc.)?
  • Tema. ¿De qué trata el texto? ¿Qué cuestiones plantea?
  • Autor. Indica la autoría del documento.
  • Cronología. įCundo ha sido escrito? Explica en qué contexto se sitúa.

2. Análisis

  • Describe los problemas que recoge el texto.
  • ¿Qué interpretación se puede dar a los hechos y datos recogidos?
  • ¿Qué trata de demostrar el artículo con su referencia a España?

3. Conclusión

  • Compara la situación de Alemania y de España y establece algunas posibles predicciones.

FUENTE: ALBET MAS, A.; BENEJAM ARGUIMBAU, P. (2009): 187.

Ejercicio 2

La coincidencia en una misma semana de dos tragedias en las costas españolas relacionadas con las migraciones, con decenas de muertos (entre ellos, media docena de bebés), ha hecho recordar la fatídica crisis de los cayucos del año 2006 [...].

El que los caudales migratorios hacia Europa no parezcan disminuir, pese a que el continente -y nuestro país, una de las puertas de entrada estratégicas por su geografía- padezca una crisis económica que se manifiesta en crecimiento del desempleo y empeoramiento de las condiciones de vida, muestra lo equivocado (o lo demagógico) de denominar efecto llamada a lo que son, sencillamente, factores de atracción o un efecto salida, reflejo de que la frontera sur de Europa separa dos partes del planeta con las mayores diferencias de renta entre ellas.

Esta primera década del siglo XXI es otro periodo de grandes migraciones, como lo fue el final del XX y el principio del XX [..]. Nuestro país es un actor principal en los mismos: según el último padrón, el número de extranjeros que habitan en territorio español es el 11,39% de la población total, más de cinco millones de personas. Además, se considera que entre 400.000 y 600.000 personas están sin papeles después del proceso extraordinario de regularización del año 2005. Si se amplía el foco, se manifiesta mejor el enorme cambio sociológico que ello ha supuesto: en el plazo de unas tres décadas, España ha pasado de tener alrededor del 10% de su población emigrada en otros países a recibir a un 10%-11% de inmigrantes de otros países. Es muy difícil encontrar precedentes del mismo tipo en la historia contemporánea.


A estudiar estos movimientos a nivel mundial -y en España- y a analizar sus consecuencias económicas, dedica su último y muy pedagógico libro el economista Guillermo de la Dehesa (Comprender la inmigración, Alianza Editorial). Lo hace contemplando la inmigración como un capítulo más del proceso globalizador que estamos viviendo, que tuvo su origen en los años sesenta del pasado siglo y que se aceleró dos décadas después. De entre las causas que explican esta ola migratoria de principios de siglo, De la Dehesa destaca el desequilibrio demográfico: por una parte, hay una fuerza laboral decreciente entre la OCDE (los 30 más ricos) y en la Europa central y oriental ex comunista por el creciente proceso de envejecimiento de su población, por una baja tasa de fecundidad y una esperanza de vida cada vez más larga; por la otra, un exceso de población en edad de trabajar en casi todos los países en desarrollo, con excepción de China debido a su política de limitar la prole a un solo hijo por familia."

ESTEFANIA, J.: "Migraciones trágicas". El País, Opinión, 13-07-2008

Lee el texto y contesta a las preguntas:

  • a) Señala las ideas principales del texto, y elabora un resumen de no más de tres líneas.

  • b) Según el autor, la crisis económica ha reducido la llegada de personas? ¿Por qué se producen esos movimientos migratorios?

  • c) Cuál es la situación española y cómo ha sido en el pasado con respecto a los movimientos de la población?

  • d) Haz un mural con el título: España, país de inmigración.

FUENTE: MÉNDEZ, R.; GUTIÉRREZ PUEBLA, J.; OLCINA, J.; PÉREZ-CHACÓN, E. (2009): 265.

Ejercicio 3

La Universidad de La Coruña perdió más de 10000 alumnos en los últimos doce años


La Universidade da Coruña (UDC) cerró estos días las actividades para conmemorar los primeros veinticinco años de vida |... y la edición de un libro especial repasando todo lo ocurrido |...].Así, el apartado más interesante es el destinado a los alumnos, puesto que la UDC inició su andadura en el año 1990 con 14.268 estudiantes, ganando al año siguiente 2.500 más, y situándose en los 16772, una cifra muy similar a la que se registró en el 2014 (16.797 alumnos). En los 23 años que separan ambos ejercicios, la institución académica vivió una época dorada en cuanto a número de matriculaciones, tocando techo en el año 1997 con 27.119 jóvenes. A partir de ese año el número de alumnos empezó a caer poco a poco, a razón de cerca de 1.000 estudiantes menos al año, llegando a la actualidad con 10.000 alumnos menos que hace doce años.

El descenso de la natalidad, agudizado con las consecuencias de la crisis económica, explica este declive en el número de alumnos [...].

La Voz de Galicia, 29 de diciembre de 2015

Lee el texto y contesta a las preguntas:

  • Explica qué es la natalidad y cómo evolucionó en los 25 años anteriores a los datos de la noticia.

  • Comenta a qué otros servicios sociales puede afectar esa bajada de la natalidad.

  • Extiende tu comentario un poco más y comenta qué puede ocurrir cuando esos estudiantes universitarios accedan al mercado laboral. Piensa en los impuestos, cotizaciones a la Seguridad Social, pensiones, etc.

  • Aventura qué ocurrirá en los 20 años siguientes con la natalidad. Piensa en el número de mujeres en edad de procrear que habrá.

  • Termina con un breve párrafo de resumen y propón alguna medida para la recuperación de la natalidad en España.

FUENTE: LURI IBORRA, V.; LUZÁN SUESCUN, R.; PONS IZQUIERDO, J. (2016):

Ejercicio 4

La inmigración en España: una aproximación metropolitana comparada

La inmigración extranjera se ha convertido en el Estado español en unos de los principales y más importantes fenómenos demográficos y de transformación social desde finales del siglo XX e inicios del actual. [...] El análisis evolutivo de los flujos migratorios ha mostrado cómo Madrid y Barcelona han sido las dos grandes puertas de entrada metropolitanas de la reciente oleada migratoria. Sin embargo, aparte de este resultado lógico en virtud de su rol como principales urbes de España, hemos identificado una jerarquía migratoria metropolitana:

Madrid, Barcelona y Málaga son las principales metrópolis de inmigración española, aunque Málaga presenta el hecho diferencial de que su alto porcentaje de extranjeros se debe al turismo residencial comunitario, lo que representa una realidad migratoria diferente a la existente en las otras metrópolis. Valencia y Zaragoza son las áreas de inmigración emergentes, debido a la intensidad de los flujos migratorios que absorben. Sevilla y Bilbao son las metrópolis españolas donde el fenómeno migratorio ha producido un menor impacto y donde los flujos son menos intensos. Esta diferenciación también se deja notar en la influencia que ha tenido el fenómeno migratorio en el crecimiento de las metrópolis; en Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza, más del 80% del crecimiento demográfico entre 2001 y 2005 se ha debido a la llegada de población extranjera. [...]

La principal conclusión sobre el estado de la inmigración en el contexto urbano español es la diversidad de pautas, tanto entre las metrópolis como entre los orígenes. Las dinámicas de estos últimos años han creado modelos de asentamientos diferentes según cada una de las metrópolis, y cada origen continental se ha comportado diferente según la metrópoli.

Por lo tanto, desde una perspectiva metropolitana, no es posible definir un modelo de asentamiento general relativo al contexto español. Sin embargo, es preciso señalar la importancia creciente de las grandes periferias metropolitanas, sobre todo en las metrópolis de Madrid y Barcelona, como zonas emergentes de inmigración.

Adaptado de ARKAITZ FULLAONDO, Arquitectura, ciudad y entorno, 2007.

Propuesta de trabajo

  • Aplica en este texto las pautas de lectura que te proponen las técnicas de análisis:
  • a) Realiza una primera lectura comprensiva para tener una idea general de la información.
  • b) Lee párrafo a párrafo hasta comprender toda la información y busca en los diccionarios aquellos términos que no comprendas.
  • c) Observa la información destacada en negrita que te proponemos y compleméntala con tus aportaciones para comprender y asimilar todo el contenido.
  • Elabora un mapa conceptual sobre el texto apoyándote en las partes en negrita: destaca las ideas y conceptos clave, traza las conexiones entre la idea principal, selecciona y escribe las palabras de enlace.

  • Busca información, en las fuentes que has conocido en la unidad, sobre el tema del artículo: datos estadísticos, mapas, gráficos, artículos, etcétera.

  • Redacta tus conclusiones y tu opinión personal sobre lo leído.

FUENTE: HERRERO LORENTE, J.; CANCER POMAR, L.; FIDALGO HIJANO, C.; OLLERO OJEDA, A. (2009): 347

Ejercicio 5

El tobogán de la natalidad en España

Un análisis de 38 millones de bebés desde 1941 refleja la brutal caída de los nacimientos

Cada año, en una ceremonia aclamada por el nodo y los periódicos del régimen, el dictador Francisco Franco entregaba sus excéntricos Premios Nacionales de Natalidad, que siempre destacaban el número de hijos de los matrimonios ganadores en tres descarnadas categorías: el total de hijos nacidos, el número de hijos vivos tras la guadaña de la mortalidad infantil y la cantidad de vástagos que permanecían fielmente en el hogar familiar....

En 1972, un tercer premio fue para “Julián Amor Gómez, de 48 años, obrero, casado con Pilar Iglesias Arroyo, vecino de Lagartera (Toledo)”, como contó el diario ABC. “Han tenido y les viven 18 hijos, todos ellos en el hogar”, celebraba el rotativo. El galardón, en realidad, no se tradujo en nada. El matrimonio tuvo que esperar hasta 1987 para recibir una casa para su prole de manos del Gobierno socialista de Castilla-La Mancha.

La peripecia de los Amor Iglesias es un ejemplo extremo de la histórica ausencia de políticas demográficas en España. Un análisis de los más de 38 millones de nacimientos registrados en España entre 1941 y 2010 recuerda ahora los conocidos efectos de esa falta de políticas: una caída “bestial” de la natalidad, en palabras del principal autor del estudio, el pediatra Jesús María Andrés.

El trabajo, con datos del Instituto Nacional de Estadística, constata cinco puntos de inflexión en una gráfica que parece un tobogán de un parque acuático, con un techo en 1944, llegando a tasas de 23 nacimientos por cada 1.000 personas, y un suelo en 1998, con una tasa de 9 recién nacidos por cada 1.000 habitantes. El resto de puntos de inflexión aparecen en 1976, cuando la natalidad se desploma tras la crisis del petróleo y la muerte de Franco; en 1985, cuando se desacelera la caída; y en 2008, en el arranque de la actual crisis económica, cuando vuelve a caer tras un espejismo de repunte.

“Desde 1975 vemos un descenso brutal de la natalidad, a la mitad, y esta tendencia ha llegado para quedarse”, pronostica Andrés, del Complejo Asistencial Universitario de Palencia. Su estudio, publicado en la revista Anales de Pediatría, menciona conocidos factores socioculturales detrás de estos cambios, como el mayor porcentaje de mujeres con trabajo remunerado, el mayor número de personas con estudios universitarios, el incremento en la renta familiar y la transformación del estilo de vida en España, que hacen inconcebible la existencia hoy de un matrimonio como el de los Amor Iglesias.

El análisis, que no incluye Ceuta y Melilla, termina en 2010 y “no es capaz de mostrar los efectos que, sobre las tasas de natalidad, ha supuesto la crisis económica española”, según admiten los autores. Sin embargo, a juicio de Andrés, este tipo de estudios sirve a las autoridades para “programar el futuro”, planificando adecuadamente los recursos en los servicios de pediatría, educación y pensiones.

Para el demógrafo Julio Vinuesa, de la Universidad Autónoma de Madrid, el nuevo estudio no aporta grandes novedades, más allá de recordar “la caída en picado de la natalidad” en España. “Estamos ante un descenso vertiginoso de la natalidad y parece que a nadie le importa lo más mínimo. A corto plazo es un desahogo, porque implica menos gasto para las familias y para el Estado, y nadie se queja porque nadie se para a pensar en las consecuencias para el futuro”, reflexiona.

Vinuesa, autor de manuales para el Instituto Nacional de Estadística, critica la falta de investigación sobre la evolución de la población española en el último siglo y la consecuente ausencia de políticas adecuadas. “En España hemos pasado el siglo XX en blanco respecto a las políticas demográficas y no hay atisbo de que esto se vaya a corregir”, lamenta.

Si, como ha sugerido el economista británico Paul Wallace, autor de El seísmo demográfico, la principal inversión de cualquier sociedad debe ser en su propia sustitución, la población española ha fracasado. Esto es un hecho de sobra conocido pero, como subraya Vinuesa, la explicación sigue siendo una acumulación de conjeturas.

Hace ya una década, el demógrafo intentaba explicar el batacazo de la natalidad en España. Durante los años setenta, en España nacían de media unos 665.000 niños al año, frente a los 380.000 de los noventa. Sin embargo, el número de mujeres en edad fértil había crecido, desde los 8 millones de 1970 a los más de 10 millones de 1996. La primera pista estaba, por lo tanto, en la disminución de la fecundidad. España pasó de ser el país con la mayor fecundidad de Europa (2,90 hijos por mujer en 1970) a tener el índice más bajo del mundo (1,15 en 1998), señalaba Vinuesa.

Pero, ¿por qué? Durante el franquismo, lo que la sociedad española esperaba de las mujeres es que se casaran y tuvieran hijos. Ese papel fue esfumándose. Al mismo tiempo, durante la segunda mitad del siglo XX, los hijos dejaron de ser una ayuda en la economía familiar para convertirse en “un bien de lujo”, en palabras del nobel de Economía estadounidense Gary Becker. Y, en paralelo, la mujer debía trabajar fuera de casa para sostener el aumento del nivel de vida y el consumismo familiar. Poco a poco, el éxito social dejó de conseguirse mezclando espermatozoides y óvulos y se ligó a la proyección profesional y a los ingresos económicos.

Sin embargo, como recalca Vinuesa, todas estas circunstancias están presentes en todas las sociedades desarrolladas, pero el tobogán de la natalidad en España no tiene parangón. ¿Dónde está la explicación entonces? ¿Qué tiene España de diferente?

Vinuesa respondía hace una década con un arsenal de datos, como el de la vinculación natalidad-nupcialidad, una de las más altas de la UE. La proporción de nacimientos dentro del matrimonio era casi del 90%, frente al 60% de países como Francia, Suecia y Dinamarca. Adquirir una vivienda costaba, además, el 50% de la renta familiar, convirtiendo el mercado español de la vivienda en uno de los más caros del mundo. Y las viviendas públicas en alquiler representaban solo el 2%, frente al 18% de la UE.

Al mismo tiempo, el porcentaje de jóvenes de entre 25 y 29 años que permanecía en el domicilio familiar, a menudo sin empleo o con trabajos precarios, superaba el 60%, frente a proporciones de menos del 20% en Alemania, Francia y Reino Unido. Y, todo ello, en un mercado laboral en el que la maternidad era un factor de exclusión. Ya hace 10 años, Vinuesa solicitaba “políticas decididas de apoyo a la fecundidad”. Y sigue pidiéndolas. “No han existido nunca”, critica. Y el tobogán sigue bajando.

Hubo un tiempo en España, y en otros países europeos, en el que los niños nacían sobre todo en abril. Un análisis de 33 millones de bebés españoles nacidos entre 1941 y 2000, elaborado en 2007 por el equipo del pediatra Jesús María Andrés, ha mostrado que, durante décadas, los nacimientos se concentraban en un gran pico alrededor del mes de abril y en otro más pequeño en septiembre. Las concepciones tenían lugar, por lo tanto, en julio y diciembre. En las décadas de los cuarenta y cincuenta, cuando no abundaban los métodos anticonceptivos eficaces, estos patrones estaban marcadísimos. En los noventa, desaparecen. "Las fluctuaciones tan marcadas que existían en otros tiempos se han ido limando y se ha perdido la estacionalidad, que aparentemente se ajustaba a ciclos de mayor actividad agraria", explica Andrés, aunque en realidad la causa no está nada clara. Otros investigadores han apuntado a la euforia de los días libres de verano y navidades, aunque esa teoría no cuadra con la generalización de las vacaciones impuestas en determinadas fechas en España a partir de 1960, según el equipo de Andrés.

Manuel Ansede es periodista científico y antes fue médico de animales. Es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Licenciado en Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid, hizo el Máster en Periodismo y Comunicación de la Ciencia, Tecnología, Medioambiente y Salud en la Universidad Carlos III.

 ANSEDE, M. (2015): El tobogán de la natalidad en España, El País, 9 de enero.

Realiza una lectura comprensión de este artículo y responde a estas cuestiones:

  • Define aquellos términos geográficos que destaquen en esta lectura.

  • Comenta cuáles son las diferencias entre la situación actual que describe el texto y la evolución de la población española antes de 1975.

  • Explica el significado del presente texto periodístico en relación a la evolución de la población española.

FERNANDEZ BULETE, V.; GUTIÉRREZ NÚÑEZ, F.J.; PAREJO DELGADO, Mª J.; RODRIGO MUÑOZ, A.; COBANO GARCÍA, Mª T. (2016): 200

Ejercicio 6

La España vacía nunca estuvo llena: por qué somos una excepción (positiva) en Europa

Una nueva investigación muestra que España es uno de los países con mayor territorio despoblado de Europa, algo que en el siglo XXI puede ser toda una ventaja

Cuando los embajadores venecianos Federico y Giovanni Cornaro visitaron la península Ibérica en el siglo XVI, tenían la sensación de que ya habían estado ahí. No tenían en la mente ni Portugal, ni Italia, ni Francia, sino Libia. “España está tan poco poblada que da la impresión de ser un desierto libio”. No se quedaron ahí. En sus memorias de viaje por la Península, explicaban que uno podía pasar días de viaje sin ver un pueblo o una triste casa. La sensación que se llevaron era de “abandono”. La España vacía siempre estuvo bastante vacía, incluso hace más de medio siglo. Como recuerda una investigación recientemente publicada en el Journal of Regional Science, España es el país europeo con menos área habitada. Tan solo un 13%, es decir, casi un 90% de nuestro territorio está despoblado. Incluso otras naciones conocidas por su supuesto vaciamiento presentan valores muy superiores, como Finlandia (30%) o Suecia (25,2%). Nuestros vecinos inmediatos, Francia (67,8%) o Portugal (46,6%), tienen un área habitada mucho mayor. Si hay una estepa en Europa, esa es España. España es el segundo país europeo con una mayor densidad en zonas ocupadas.

“España está casi vacía, no literalmente, sino porque muy poca parte de su territorio está habitada”, explica Daniel Oto-Peralías, profesor del Departamento de Economía de la Universidad Pablo de Olavide y uno de los coautores de la investigación, que ha utilizado los datos de Geostat de 2011. Una anomalía en Europa, donde la dispersión es mucho menor, y que provoca que “España, en gran medida, tenga su población concentrada en pueblos y ciudades”. Al mismo tiempo que hay una pequeña parte del territorio ocupado, las zonas que sí lo están son muy densas. “Para medir la densidad, se usan diversidad de variables y una es la experimentada, porque en densidad España está por debajo de la media europea, pero en las zonas ocupadas es bastante alta”, explica el investigador. “El segundo país después de Malta, un caso totalmente anómalo”, añade. España tiene una densidad de población en territorio ocupado de 737 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que la de Francia o Italia es de 400.

Es lógico, por lo tanto, que para un viajero italiano que visitase la península Ibérica durante el siglo XVI, la distribución espacial de nuestro país le resultase impactante en comparación con la que había conocido en Francia o Italia, donde “a cada kilómetro te encuentras un asentamiento, una casa de agricultores o una pequeña aldea, y en España a lo mejor no se encontraban nada durante días enteros”. Sobre todo en el sur, en La Mancha, donde es más obvio ese vaciado de población. A pesar de que su trabajo no lo investiga específicamente, esta mezcla de dispersión y densidad es, sobre el papel, una ventaja respecto a otros países europeos. “En principio, que la población esté concentrada hoy en día es positivo, porque es más fácil proveer los servicios públicos”, sopesa Oto-Peralías. Antes era más bien una desventaja, porque la dispersión en la época agrícola era necesaria para que los agricultores viviesen cerca de sus explotaciones, no concentrados en pueblos. Actualmente, es más eficiente la concentración en ciudades, “así que esta anomalía en principio es positiva, porque facilita las provisiones de servicios públicos y las economías de aglomeración y escala”. Las zonas con un mayor movimiento de España vacía no son las más despobladas El peor de los escenarios posibles es el de algunas zonas de Extremadura como la Serena o en Andalucía, donde los pueblos son muy pequeños y la distancia entre ellos, muy elevada. Algo más o menos ventajoso son las conocidas como agrotowns (agrociudades), un término que suele utilizarse para referirse a Arcos de la Frontera (Cádiz) o Zahara de la Sierra (Sevilla), donde la distancia es elevada, pero los pueblos son de mediano tamaño. A diferencia de lo que algunos podrían pensar, no se trata de un proceso reciente, sino que se remonta a mucho atrás. Aunque el término España vacía suele hacer referencia a la pérdida de población en zonas del interior, irónicamente, las zonas donde hay un mayor movimiento de España vacía no es donde hay un mayor periodo despoblado, como en Castilla y León. “Sí, España está vacía, pero en otro sentido: porque tiene poco porcentaje del territorio ocupado”.

Un proceso de siglos de antigüedad

Aunque la industrialización y la migración del campo a la ciudad de los años cincuenta acentuasen estos procesos, la distribución espacial en la Península ya era para entonces (y hoy) muy semejante a la del siglo XVI. “Si se calcula la densidad de población en cada municipio y la densidad de asentamientos en el número de núcleos entre esos momentos, la correlación es relativamente alta”, explica el investigador. Aunque el interior haya perdido población en favor de las grandes ciudades y la costa, “no ha sido un cambio muy drástico”.

Ya en la segunda mitad del siglo XIX, o incluso antes, se percibe que hay muy poca densidad de asentamientos. Como señala el estudio, “esto significa que los rasgos principales de la actual distribución espacial de la población de España ya estaban presentes a finales del siglo XVIII, mucho antes de que comenzase su proceso de industrialización (tardía)”. Por lo tanto, para los investigadores, las razones de este vaciado se remontan a los siglos anteriores. Aunque los autores valoran la importancia del clima o la orografía, mantienen también una explicación histórica que han utilizado con anterioridad para explicar por qué el sur es más pobre que el norte: la importancia del periodo de la Reconquista a la hora de distribuir la población por toda la Península, sobre todo teniendo en cuenta que el nivel de asentamientos durante la época romana no era muy diferente al de otros países europeos. La Reconquista del sur favoreció menos núcleos más fáciles de defender “Eso quiere decir que fue algo, durante la Edad Media o a principios de la Edad Moderna, lo que provocó el patrón de asentamientos actuales”, razona. “La Reconquista ha sido fundamental para entender la España moderna, porque ha sido el último de los grandes procesos históricos. Ha determinado la economía actual, la estructura de la propiedad de la tierra o la homogeneidad étnica que hay en España, y en buena parte, la estructura espacial”. Por dos factores: por un lado, “porque a la hora de colonizar el territorio, cuando la frontera avanzaba muy rápido, había pocos recursos, de manera que en la mitad sur la frontera avanzó más rápido y se aplicaron grandes áreas jurisdiccionales a los municipios”. Por otro, por “la dinámica de guerra fronteriza”, que favoreció “un poblamiento concentrado en pocos núcleos que eran más aislados y fáciles de defender”. El poblamiento disperso era más vulnerable a los ataques enemigos, de ahí que fuese militarmente más ventajosa la distribución espacial vaciada y densa que tenemos.

El espacio hace el contenido

La investigación también identifica que es en las zonas más densas y urbanas donde reciben un mayor apoyo propuestas políticas como la de Vox. Algo que puede tener su explicación en esta configuración espacial vinculada con la desigualdad, como sugiere Oto-Peralías. “La densidad y la estructura del espacio están relacionadas con la forma de distribución de la tierra”, explica.

“El latifundismo está relacionado con la concentración de la población en pocos núcleos. En la zona de latifundios del sur, donde la población está concentrada, puede haber más desigualdad y por eso tradicionalmente ha estado más ligada a la izquierda”, como ha ocurrido en Extremadura, Andalucía o Castilla-La Mancha. En las zonas más igualitarias, la izquierda ha tenido menos presencia. Son las zonas donde ha habido un mayor apoyo a partidos como Vox. “Es más un producto de la desigualdad histórica que del asentamiento de la población”. La distribución espacial de cada país es mucho más clave en su presente de lo que puede parecer. En otro trabajo, Oto-Peralías explicaba cómo la guerra de fronteras condicionó la sociedad que emergió a su alrededor. Por ejemplo, al sur del Tajo hubo “mucha más violencia fronteriza que al norte”, lo que coincide con “una menor densidad de asentamiento”. “Uno puede pensar que en España la población es así por las políticas urbanísticas recientes, pero tampoco es el caso, porque la regulación es similar a otros países europeos, incluso durante el boom de la construcción”, concluye. La razón tiene que estar en otro sitio. O en otro tiempo, siglos atrás.

GARCÍA BARNÉS, H. (2023): La España vacía nunca estuvo llena: por qué somos una excepción (positiva) en Europa, El Confidencial, 16 de marzo.

  • Lee detenidamente este artículo periodístico y extrae las conclusiones fundamentales que avalan la tesis de su autor.

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