
La población mundial no se distribuye de manera uniforme por toda la superficie terrestre, si no que existe áreas muy pobladas (alta densidad de población) y otras en la que la presencia humana es nula. En la figura 13 podemos apreciar esta desigual distribución planetaria. Los geógrafos utilizan el concepto de "ecumene" para designar a los medios naturales propicios para la vida permanente de los seres humanos y de "anecumene" para señalar las áreas desfavorables para la vida de los humanos.
Examinando el mapa anterior podemos extraer algunas conclusiones verdaderamente impactantes:
- En torno al 90% de la población mundial vive en el Hemisferio Norte y concretamente entre los paralelos 20ª y 60ª.
- El continente euroasiático acoge un 75% de la población.
- La mayor parte del total de la población viven en zonas de escasa altitud (menos de 500 metros) y cercanas a la costa.
- Tan sólo un 5% del territorio total acoge a más del 90% de la población mundial.
El que unas zonas propicien o no la presencia humana dependerá de una serie de factores. Vamos a analizar estos factores y sus consecuencias en la distribución de los humanos en la Tierra.