
6.3 Las migraciones en la Historia

Los seres humanos siempre han sido seres migratorios. Desde su aparición como especie, se ha ido extendiendo por todo el mundo, en principio, como seres nómadas, que cazaban, pescaban y recolectaban frutos silvestres pero también debido a las oscilaciones climáticas que daban lugar a modos nuevos de adaptación sociocultural a esas condiciones cambiantes.
En el Neolítico, la aparición de la agricultura (10.000–12.000 antes de Cristo) reduciría las migraciones haciendo al hombre "sedentario". Estos cultivadores permanentes asentados en los valles de los grandes ríos (Nilo, Tigris, Eúfrates, Indo) son los que van a dar lugar a las primeras civilizaciones urbanas que funcionaran como focos de atracción para otros humanos procedentes del campo cercano o de mayores distancias. Estos movimientos podían ser bélicos (pueblos nómadas que buscan apropiarse de las riquezas de los pueblos sedentarios) pero también podían ser pacíficas, buscando mejorar su vida y asentarse.
Otra forma de emigración histórica es la colonización, iniciada por los griegos en el Mediterráneo desde el 750 antes de Cristo a la que se sumarán posteriormente fenicias, cartagineses, romanos, galos, etc. Así a finales del Imperio Romano se conocen todas las formas de emigraciones (bélicas, pacificas a gran escala, a corta escala, del campo a la ciudad, etc.): las desigualdades y las diferencias tecnológicas y culturales entre los pueblos y la presión demográfica son las causas de los desplazamientos humanos, voluntarias unos, provocados otros.
Durante la Edad Media tienen lugar las grandes invasiones intercontinentales, germanos, eslavos, mongoles, turcos, árabes, hacia Europa, pero también de europeos hacia Asia (Cruzadas) o los movimientos asiáticos hacia Oceanía (ocupación de las Islas de Micronesia y Polinesia por malayos).
En los siglos XVI y XVII, por primera vez, el mundo en su totalidad empieza a convertirse en una red migratoria regida por un solo grupo de estadas, tecnológicamente avanzadas y de similar cultura. El predominio de los países europeos en el mundo hace que grandes contingentes de personas se muevan en dirección a esos nuevos espacios descubiertos, principalmente, América. Pero también llegan importantes masas de población esclava procedente de África para cubrir la necesidad de mano de obra que tenían en las nuevas tierras colonizadas. entre 1550 y 1820, entre 10 y 20 millones de africanos fueron trasportados como esclavos a América.

A partir del siglo XVIII, con la aparición de la industrialización, algunos d elos países europeos (Reino Unido, Francia, principalmente) inician un proceso de expansión por otros continentes que implicará el dominación espacial de grandes extensiones de territorio (colonización de África y Asia). Se pretendía extraer la máxima cantidad de riqueza, minerales, fuentes de energía, agricultura de mercado (café, tabaco, azúcar, té, caucho, etc.) y que sirviera de mercado para los productos manufacturados en Europa. La estrategia seguida en estas áreas es la desaparición de aborígenes y su cambio por esclavas negros africanos, más productivos y más fuertes físicamente, hecho que dará lugar a la mayor esclava de la historia de la humanidad.
Otras áreas fueron zonas de recepción del exceso de mano de obra europea, como el cono sur de América o Norteamérica. El periodo de máxima emigración en Europa será el siglo XIX y esencialmente su segunda mitad y primeras décadas del XX (1840‐1914). Durante esta etapa salen de Europa 52 millones de personas, lo que supone el 20% de su población total, el 95% de las cuales se dirigirán a América).

Las causas de la emigración europea fueron de diversa índole, como, por ejemplo:
- El descubrimiento de nuevos territorios que poblar y explotar.
- La superpoblación del viejo mundo: Europa podía contener en este siglo dos terceras parte de la población total mundial a pasar de suponer tan solo suponía el 8% de la superficie emergida del planeta) como consecuencia directa de la revolución demográfica.
- El desarrollo de los medios de transporte como la navegación a vapor, el ferrocarril y más tarde la aviación.
- Las causas individuales derivadas de las diferencias del nivel de vida y de los cambios estructurales que se producen en la agricultura como consecuencia de la revolución agrícola del siglo XVIII y del reparto señorial de la tierra en Inglaterra e Irlanda.
- Las consecuencias de la mecanización de las actividades industriales, especialmente el incremento del número de trabajadores sin empleo,
Los grandes focos de emigración en Europa son_
- Irlanda e Inglaterra con destino preferente a Norteamérica y sus colonias del resto del mundo;
- Francia, en escasa medida, ya que sólo tenía colonias y no emigrantes;
- Italia que tenía emigrantes pero no colonias y que se distribuyeron por todo el continente americano (Norteamérica y Sudamérica esencialmente);
- España con destina preferente a Sudamérica y que numéricamente no es la emigración más importante de Europa.
Los principales destinas fueron América del Norte (irlandeses, ingleses, Germanos y escandinavos), Latinoamérica (italianos y españoles), África del Sur (holandeses e ingleses), África del Norte (Franceses y españoles) y Australia (anglosajones mayoritariamente).
Las principales consecuencias de las migraciones fueron el aumento vertical del crecimiento de la población mundial, tanto en las zonas de emigración como de inmigración: Europa pasa de 194 millones en 1840 a 463 en 1930, a pesar de la fuerte emigración que conoce en esta etapa; en las países de colonización el fenómeno de crecimiento es el mismo, tanto que a veces se les cita como ejemplos de máximo biológica de fecundidad, por ejemplos comunidad francesa del Canadá), la redistribución geográfica de la población humana (en 1750 las nuevas tierras contenían el 3% de la población mundial y en 1930 ya el 16%) y la alteración del equilibrios racial del mundo (unos grupos se mezclan, otros se extinguen, otros se multiplican, por ejemplo la población negra en el continente: en 1930 un tercio de los caucasianos estaba fuera de Europa cifra que se eleva al 50% en 1970. El 20% de los la población negra a finales del XIX estaban fuera de África y los europeos en la misma proporción), todo lo cual da lugar a unos problemas raciales sin precedentes en la historia (el nacimiento de países se está fundando en ocasiones en este hecho, tal son los casos de Sudáfrica, Surinam, Haití, Australia...).
Todos estos planteamientos son válidos hasta la Primera Guerra Mundial. Posteriormente, las dos Guerras Mundiales y la Gran Depresión de 1930 dan lugar a una caída extraordinaria de las migraciones internacionales. Dos causas lo explican fundamentalmente:
- las demográficas (la caída de las tasas de crecimiento de la población europea),
- las legales (las leyes restrictivas la emigración, tanto en los países de acogida como en los de origen como consecuencia de la necesidad de brazos en los primeros y del exceso de población en los segundos).
Estas dos causas darán lugar a un cambio radical en las características de las migraciones internacionales después de la Segunda Guerra Mundial, tales son la caída de la migración europea como consecuencia de la falta de obreros jóvenes en este continente, a resultas de la sobremortalidad bélica, la aparición de las migraciones forzadas, intercambias raciales, problemas de las minorías -turcos y griegos tras la primera Guerra Mundial, judíos y palestinos, indios y pakistaníes, alemanes y polacos...–. Así, entre 1945 y 1969 se calcula que unos 71 millones de personas cambiaron de residencia forzada en el mundo.

Los países del noroeste y centro europeo son ahora "importadores " de mano de obra de los países del sur de Europa y del Norte de África, y más marginalmente del resto de este continente y el mantenimiento de la emigración europea continental pero ahora ésta es altamente selectiva (profesionales, técnicos, trabajadores cualificados...) y se dirigirá hacia los países del nuevo mundo y esencialmente hacia los países subdesarrollados.
La causa de estos hechos es la progresiva diferencia demográfica y tecnológica entre las naciones desarrolladas y las subdesarrolladas. Las desarrolladas tienen fuerte capacidad de ahorro de capital y por tanto de inversiones, recursos, tanto económicos como humanos y una extraordinaria organización comercial, mientras que los países en vías de desarrollo se caracterizarán por lo contrario justamente, todo lo cual va a dar lugar a la existencia de diferentes tipos de países en relación a sus movimientos migratorios:
- Países donde la emigración y la inmigración está equilibrada en términos cuantitativos pero no cualitativos. Por ejemplo Inglaterra y sus colonias.
- Naciones con inmigración neta (las más desarrolladas). Por ejemplos Alemania, cuya población inmigrante es en el 70% de los casos de varones y Estados Unidos, que crecen por inmigración y por rejuvenecimiento pues la tasa de natalidad de la población emigrante es mucho más alta que la de la población de estos países.
- Países de crecen por inmigración, siendo esta altamente selectiva, por ejemplo Australia.
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