
5.2 La actividad económica de la población

La relación entre la población y el crecimiento económico ha preocupado siempre a los economistas y sobre ella, se han vertido diversas opiniones:
a) Los mercantilistas (William Petty, Thomas Mun) consideraban positivo el crecimiento de la población ya que incrementaba la demanda y por tanto, la producción, el trabajo, la riqueza, etc.
b) Los antinatalistas, como Robert Malthus (1766-1834) autor de la Teoría sobre la población, consideraba que la población crecía en progresión geométrica (2, 4, 8, 16, 32, ...) mientras que los recursos lo hacían en progresión aritmética (2, 4, 6, 8, ...) por lo que se produce un desfase entre población y recursos, que podía provocar problemas, cada vez más intensos para alimentar a esa población, por lo que proponía el control de la población. Posteriormente, otros autores, denominados neomalthusianistas (Paul R. Ehrlich, Joel E. Cohen o el Club de Roma) consideraron que el problema demográfico había que considerarlo desde una perspectiva sobre la reducción de la calidad de vida de la numerosas personas pobres y no como un problema de exceso de población,
En general, podemos decir que parte de la población realiza un trabajo determinado y que por ese trabajo recibe un salario (si bien hay trabajos que no son asalariados). en función de la relación de entre población y trabajo, podemos distinguir entre:
1. Población Activa, que incluye a la población en edad de trabajar (normalmente entre 16 y 65 años), se distingue, a su vez:
- Población Ocupada: es la parte de la población activa que desempeña un trabajo remunerado durante un tiempo determinado.
- Población Desempleado o parada: es la parte de la población que no realiza ninguna actividad remunerada aunque la busca.
2. Población Inactiva: incluye la población que no se encuentra en edad de trabajar o que está incapacitada temporal o definitivamente para hacerlo como niños, jubilados, amas de casa, estudiantes, incapacitados laborales, etc.

Un índice que nos permite conocer el grado de incorporación de la población al mercado laboral como fuerza de trabajo es la Tasa de Actividad (TA), que es el cociente entre la población activa (entre 16 y 65 años) y la población total, expresado en porcentaje:
Otro indicador es la Tasa de Ocupación (TO), que es el cociente entre la población ocupada y la población activa, expresada en porcentaje:
Por último, para conocer el grado de infrautilización del factor trabajo se calcula la Tasa de desempleo o de Paro (TP), que es el cociente entre la población desempleada y la población activa, expresada en porcentaje:
La tasa de paro puede aumentar si, con la misma población activa disminuyen los ocupados, o si aumenta la población activa y no así el número de ocupados o lo hace en menor proporción.

En el gráfico anterior podemos apreciar la evolución de la población activa en los últimos años. se aprecia un descenso continuado de la misma con un fuerte descenso durante los dos años de pandemia y una leve recuperación tras ella.
La población activa puede dedicarse a diversas actividades. Estas actividades se agrupan por sectores económicos. Los sectores económicos son grupos de actividades económicas productoras de bienes y servicios cuyos procesos de producción tienen aspectos comunes o similares. Se distinguen tres sectores:
1º Sector Primario: abarca todas las actividades que se relacionan con la explotación de la naturaleza (Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca).
2º Sector Secundario: agrupa todas aquellas actividades que elaboran bines materiales (industria) y actividades como las extractivas (minería) y la construcción.
3º Sector Terciario: incluye las actividades que se dedican a producir bienes no materiales (servicios). Este es el sector que más importancia tiene en las economías desarrolladas. Dentro de él se puede distinguir distintos subsectores como el turismo (de gran importancia en Andalucía), la educación, la sanidad, la comercialización, el transporte, las actividades financieras y el sector público. Algunos economistas hablan de un Sector Cuaternario, para referirse para a "servicios muy especializados" o "servicios a los servicios", el cual agruparía a investigadores, técnicos de muy alta cualificación, espectáculo
El paso de una economía tradicional a una moderna históricamente ha ido paralelo al paso de una estructura económica básicamente apoyada en el sector primario, a una economía fundamentada en el terciario, habiendo jugado en la primera fase de transformación económica –Revolución Industrial– (por ejemplo, países europeos occidentales) un papel central el sector secundario.
Así pues, el sector primario históricamente ha mostrado en los países desarrollados una progresiva tendencia a disminuir. En países como
EEUU, Inglaterra o Australia está por debajo del 5%, y en los de Europa Occidental por debajo del 10%, de media. El secundario muestra una
tendencia al crecimiento hasta la crisis económica, y el terciario, experimenta un tendencia creciente y progresiva, y en teoría, sin límites, en
el sentido que dicho sector puede crecer, y así lo está haciendo, indefinidamente. En la actualidad países como los anteriormente citados
presentan porcentajes de población activa terciaria por encima del 50% o, incluso, en los casos de Bélgica, Canadá, Suecia, Noruega,
Australia o Dinamarca, por encima del 60%.
El economista francés Jean Fourastié expuso un modelo que permite interpretar las transformaciones estructurales de la actividad económica
de un país a lo largo de la historia. El modelo contempla tres fases definidas por el peso relativo que en la población activa presentan los tres
sectores económicos a lo largo de dichos períodos. en la siguiente figura aparece representada dicha evolución:

La primera fase que define como "civilización tradicional", correspondería a una sociedad muy poco desarrollada técnica y científicamente
en la que la cuota mayor de fuerza de trabajo la aporta el sector primario, que es abrumadoramente mayoritario.
La segunda fase, que corresponde con el "periodo de transición", cabe asociarse a la "civilización industrial" dominada, en cuanto a la mano
de obra que absorbe, por el sector secundario. Durante el periodo de transición el sector primario se mecaniza progresivamente, lo que reduce en el número de trabajadores necesarios y la fuerza laboral excedente es absorbida por el secundario y en menor medida por el
terciario. La fase de transición comienza con la revolución industrial y propicia la mecanización y automatización de la manufactura, y a la postre, su propia transformación.
En la tercera fase, finalmente, o "civilización terciaria", el sector servicios es dominante. La distribución de la población activa se transforma
estructuralmente: los primario y secundario están dominados por la automatización, lo que propicia un fortísima reducción de la demanda de
población ocupada. Paralela y consiguientemente el peso de los sectores se modifica al producirse una demanda laboral creciente y sostenida en el sector terciario que llega a superar el 70% de la fuerza laboral. Esta tercera fase corresponde con la actual sociedad postindustrial o de servicios.
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