Reflexiona sobre la relevancia del clima en el sector primario
«En 1601 y 1602 hubo peste en Córdoba y su reino: en 1603 y 1604, pérdida de cosechas por exceso de lluvia; en 1605, esterilidad de los campos por sequía en 1616 y 1617, pérdida de cosechas por sequía en 1618; por exceso de lluvias y langosta; en 1619, por langosta en 1626, por exceso de luvias en 1635 y 1636, por sequía en 1644; por sequía, en 1647, mal año por abundancia de lluvias: en 1649 y 1650 terrible mortandad por la peste, en 1651, peste y hambre por sequía; en 1652, por sequía, en 1653 y 1655; sequía en 1677 y 1678 exceso de lluvias en 1679; epidemia de palúdicas, en 1682; peste en 1683 se pierden las cosechas por sequía; 1684 exceso de lluvias; peste de tabardillos (tifoideas); en 1685, pérdida de cosechas por sequia; en 1687, 1689 y 1690, sequía en 1691, exceso de lluvias, en 1694, por sequía 1697 y 1700, sequía.»
Diaz del Moral, J: Historia de las agitaciones campesinas andaluzas, Madrid Alianza Universidad, 1973, pág. 63.
«¡Y qué hombres aquellos! El autor de estas líneas ha oído contar la del año 1834 a algunos de los que la padecieron Mi interlocutor, anciano de ochenta años, tenía siete u ocho años cuando sobrevino el terrible azote y todavía recordaba, estremecido, con todo detalle, la espantosa calamidad que invadió no sólo a la clase trabajadora, sino a la de pequeños y medianos propietarios. Después de apurar las raíces de las gramas después de vender en un pueblo inmediato, menos castigado por la plaga las puertas, ventanas y tejas de una casa propia de sus padres, éstos y sus dos hijos, mi informante y un hermano de nueve o diez años, se marcharon por el mundo implorando la caridad pública, las limosnas eran escasas y no alcanzaban para los cuatro, y una mañana, al despertarse en medio del campo, los dos infelices niños vieron con terror que sus padres los habían abandonado. Continuaron juntos dos o tres días; pero al cabo, el hermano mayor abandonó también al pequeño Años después regresó mi interlocutor a su pueblo y aún no ha tenido noticias de su hermano ni de sus padres.»
Diaz del Moral, J.: Historia de las agitaciones campesinas andaluzas. Madrid Alianza Universidad, 1973, pág. 64.
- Lee y analiza los textos anteriores. Reflexiona sobre la influencia que ha tenido el clima en la agricultura y en las numerosas crisis de subsistencia que se han producido a lo largo de la historia. Comenta qué otros factores de tipo social o humano favorecieron dichas crisis.
[VALLE BUENESTADO, B.; LARA VALLE, J.J.; JARAMILLO CERVILLA, M.; BURGOS ALONSO, M. (2000): 125]