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3.2 Elementos característicos de los sistemas agrarios

Figura 21. Cinturón de maíz de EEUU

Todo sistema agrario se caracteriza por una serie de elementos, que básicamente, podemos señalar como: 

1. La morfología de las parcelas

La parcela es el elemento de los sistemas agrarios más reconocible en el paisaje e individualizada en función del tamaño, la forma y el tipo de cultivo. El parcelario o conjunto de parcelas puede tener una aspecto regular o geométrico (parcelas alargadas o cuadradas) reflejo de una organización moderna del espacio agrario, como es frecuente en los países nuevos (EE.UU., Australia, etc) o puede ser irregular, resultado de un largo proceso históri­co de ocupación de la tierra, como en los países mediterráneos. Las parcelas pueden aparecer sin separación entre ellas o mediante surcos o mojones discontinuos (campos abiertos u "openfields") o por setos vivos o muros de piedra  (campos cerrados o "bocages"). 

Figura 22. Morfología de las parcelas. a) Campos abiertos (openfields) y b) Campos cerrados (bocages).

2. Las estructuras agrarias: propiedad y explotación. 

 Según este elemento, podemos diferenciar entre propiedad y explotación de la tierra. Normalmente, la propiedad va unida a la explotación, pero en otras no. La propiedad tiene carácter jurídico en tanto que la explotación se refiere a la producción.

La propiedad de las parcelas puede ser colectiva o individual. En el primer caso, nos encontramos con los siguientes tipos de propiedad colectiva: 

a) Propiedad colectiva tradicional: subsiste en las sociedades primitivas, patriarcales como en algunas tribus de África, o la propiedad municipal de aprovechamiento comunal. 

b) Propiedad colectiva pública: predominante en los antiguos países socialistas y en algunos capitalistas, como en Israel, pero también puede ser perteneciente a un municipio o región u organismo estatal.

c) Propiedad colectiva privada: pertenece a una comunidad, sociedad limitada, cooperativa, etc.

La propiedad también se puede clasificar por su tamaña en pequeña, mediana y gran propiedad. Los límites cuantitativos entre ellas son imprecisos, ya que depende del tipo de cultivo, la calidad del terreno, el clima, la rentabilidad de la tierra, etc. La peque­ña propiedad se denomina también minifundio, y suele caracterizarse por su fragmentación (una propiedad puede estar dividida en una serie de parcelas, a veces desconectadas entre sí) lo cual repercute en unos bajos rendimientos económicos. La gran propiedad o latifundio puede ser muy rentable si se realizan las adecuadas inversiones en modernización de su explotación.

Figura 23. Estructura agraria. a) latifundio cerealístico en EEUU. b) Minufndios en Valencia.

En cuanto a la explotación del terreno puede ser directa, es decir, el propietario es el que la explota o puede ser una explotación indirecta, en el que la explotación es realizada por otra persona o empresa diferente al propietario. De los sistemas indirectos cabe destacar el arrendamiento y la aparcería. El arrendamiento es un contrato por el cual el propie­tario (arrendador)de un terreno cede o alquila éste temporalmente al que la trabaja (arrendatario)a cambio de un precio establecido. En la aparcería, el propietario recibe del aparcero una parte de la cosecha.

3. Tipos y sistemas de cultivo.

El tipo de cultivo es un elemento de gran importancia en la configuración del espacio agrario por las variantes paisajísti­cas que introduce como el color, la fisonomía o el dibujo del paisaje. Según las plantas dominantes podemos distinguir entre

a) cultivos anuales:  son aquellos en necesitan unos pocos meses para crecer y desarrollarse, son propios de las llanuras norteamericanas o europeas, en las que se cultivan cereales, plantas forrajeras, legumbres, hortalizas, etc.

b) culti­vos  plurianuales:  son aquellos cuyas plantas tardan varios años en dar frutos y tienen varios años de vida, distinguiéndose entre cultivos arbustivos (vid, caña de azúcar, ...) y cultivos arbóreos (frutales, olivos, almendros...).

Figura 24 a. Cultivos de regadío. Huerta de Valencia Figura 24 b. Cultivos de secano. Ucrania

La asociación de cultivos y técnica originan los sistemas de cultivos, que pueden ser monocultivos (predomina un solo cultivo) y policultivos (varios cultivos, es la agricultura tradicional también llamada agricultura promiscua). En función de la disponibilidad de agua, hablamos de cultivos de secano (se adaptan a la disponibilidad natural de agua, como el cereal, vid, olivo, etc.) o cultivos de regadío (el hombre añade artificialmente agua para facilitar el desarrollo de la plata, como las hortalizas, algodón o arroz)

Figura 24 c. Cultivos arbóreos. Naranjales en Valencia Figura 24 d. Cultivos arbustivos. Vid en Italia

También podemos distinguir entre sistemas agrarios intensivos (cuando el agricultor o ganadero obtienen los máximos rendimientos por unidad de explotación con mucha inversión en trabajo o capital y sistemas agrarios extensivos (agricultura de secano, ganadería extensiva) cuando los rendimientos por unidad de explotación no son elevados.

Figura 24 e. Ganadería intensiva. Alemania Figura 24 f. Ganadería extensiva. España

4. El Hábitat Rural.

El hábitat rural puede ser concentrado, cuando toda la población está agrupada en una aglomera­ción de casas, o disperso, cuando las casas se diseminan sobre todo el espacio agrario. En cuanto a la casa rural tradicional, cumple una doble función: vivienda y lugar de trabajo. Sus distintos tipos reflejan la economía agraria de cada región así como las estructuras sociales existentes. Este aspecto lo trataremos más en detalle en el apartado de poblamiento rural.

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