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7.6 Transformaciones recientes en el hábitat rural

Figura 50 a. Urbanizaciones en zonas rurales

El poblamiento o hábitat rural ha sufrido en los últimos años importantes transformaciones, especialmente, en los países desarrollados, debido a los efectos de la industrialización, el éxodo rural y la terciarización del campo.

De esta forma, las zonas próximas a las ciudades, las llamadas franjas periurbanas, han sido ocupadas por los habitantes de la ciudad. Con ellos vienen nuevos servicios, vías de transporte y actividades comerciales. 

La función residencial es la más importante. Estas zonas son interesantes por su precio, por su cercanía a la ciudad y por disponer de buenas vías de comunicación. También es importante el modelo de segunda residencia, que genera zonas muy concurridas en períodos vacacionales, pero carentes de los servicios que proporciona la ciudad. Este fenómeno se inició en las costas (turismo de sol y playa) y se ha hecho extensivo a zonas de interior, especialmente, tras la pandemia de COVID-19.

En los últimos años es cada vez más frecuente el fenómeno conocido como turismo rural, que se basa en la explotación de los recursos tradicionales de una zona. Parece que los habitantes de la ciudad valoran especialmente el modo de vida rural y además,
los ingresos que de ello se derivan, supone una renta complementaria para los habitantes de las zonas rurales.

Figura 50 b. Turismo rural

También la industria ha encontrado en las zonas rurales una nueva ubicación. Agrupadas en los polígonos industriales, aprovechan la cercanía de las materias primas y unas buenas vías de comunicación para reubicar industrias ligeras con un bajo impacto ambiental. Pequeñas industrias subsidiarias les prestan servicios, por lo que contribuyen a diversificar la economía rural. La cara oscura de todo este proceso es el deterioro que el mundo rural está sufriendo. El impacto de la demanda urbana es cada vez mayor, lo que unido a las modernas prácticas agrarias (uso de plaguicidas, abonos químicos, generación de residuos, etc.) tiene importantes consecuencias medioambientales. Sólo un desarrollo sostenible puede garantizar la conservación del medio rural y su estilo de vida.

Figura 50 c. Polígonos industriales en zonas rurales. Mieres (Asturias)

Estos fenómenos, en conjunto, reciben el nombre de rururbanización, esto es cuando complejos turísticos, industrias aisladas, centros de investigación, complejos militares, agrupamientos de adosados, etc., de clara contenido urbano, ocupan ámbitos rurales. Entre estos espacios quedan restos de zonas rurales, agrícolas o paisajísticos, que sufren la presión de los nuevos asentamientos poblaciones o empresariales, sobre todo cuando los planes urbanísticos permiten estas actuaciones al no delimitar bien los distintos usos.

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