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3.3 El plano urbano

Figura 25. Plano de Roma (Italia)

El plano urbano es la representación cartográfica a escala grande, normalmente 1:25.000 o 1:5.000, de una ciudad. En el plano podemos observar la forma y distribución de las calles, la forma de las manzanas (espacio construido delimitado por las calles) y las parcelas urbanas y la ubicación de los principales edificios. El trazado de las calles nos permite distinguir diferentes formas geométricas, que suelen ser representativas de diferentes épocas, ya que la manera de organizar el espacio urbano ha cambiado a lo largo del tiempo, según las necesidades, los gustos, los medios de transporte, etc.

El parcelario hace referencia a la disposición en las que están distribuidas las unidades y parcelas catastrales, esto es, las porciones de territorio pertenecientes a un propietario. las parcelas urbanas pueden ser regulares o irregulares y se clasifican en rústicas (son de uso agrario y no se puede construir en ellas) o urbanas (se puede construir en ellas) según donde se sitúen y el uso definitivo que se le quiera dar en la planificación urbana. el parcelario se suele modificar en función de las necesidades sociales o económicas de la ciudad. El tipo de propiedad y su extensión, así como las características topográficas del terreno, dan lugar a tipologías parcelarias diferentes, que influyen luego en las formas de expansión de la urbanización. Si hay grandes propiedades puede facilitar la construcción de polígonos industriales,
aeropuertos y otros grandes equipamientos o zonas urbanizadas de tipología más o menos homogéneas. En cambio, si en el parcelario predominan las pequeñas propiedades, las dificultades para urbanizar son mayores

Figura 26. Ejemplo de plano parcelario

La manzana es, junto con la trama viaria, el elemento más visible en el plano ya que determina la configuración de la edificación. Las manzanas están delimitadas por el trazado de las calles y pueden ser de diversos tamaños y regulares e irregulares. La edificación se realiza en el interior de una parcela y se adapta a la forma y dimensiones de la misma y, cuando su tamaño no es el apropiado, obliga a operaciones de reparcelación, por compra o división de parcelas. Lo normal en un primer momento es la edificación de solo un sector de la parcela, bien en la parte anterior que da a la calle, lo más frecuente, bien en la posterior, dejando un patio delantero. La tendencia general ha conducido hacia el aumento de la edificabilidad, con extensión sucesiva de la construcción sobre el interior de la parcela.

Figura 27. Diferentes tipos de manzanas en la zona norte de Madrid.

En función de estos elementos, se pueden determinar diversos tipos de planos, básicamente, los siguientes:

  • Plano desordenado o irregular. En este tipo de plano, podemos apreciar como las calles no siguen un orden fijo, suelen ser sinuosas y estrechas, generando una sensación de laberinto. Este plano es el resultado de un tiempo donde no existía la planificación urbanística y las casas se construían sin orden preestablecido. La altura de los edificios también es variada. El plano irregular es representativo de las épocas más antiguas de la ciudad, cuando no existían medios de transporte y el espacio se aprovechaba al máximo. 
Figura 28. Plano irregular. Barrio del Albaicín (Granada)  Figura 29. Barrio del albaicín (Granada)

  • Plano ortogonal. Es un tipo de plano en el que las calles aparecen dispuestas de forma regular, en cuadrícula, damero o reticular. Es un tipo de plano ordenado, racional y planificado. Su origen se encuentra en la época de los antiguos griegos. Incluso se conoce el nombre del personaje que concibió este tipo de plano: Hipódamo de Mileto, de ahí que se llame también plano hipodámico. Este tipo de plano fue usado en las ciudades americanas después de la conquista española. También fue utilizada en el diseño de las nuevas poblaciones creadas en el siglo XVIII (La Carolina, La Carlota, ...) en Sierra Morena durante el reinado de Carlos III en España. No obstante, su auge lo tuvo en el ensanche de las ciudades europeas del s. XIX. Fue ideado para el nuevo medio de transporte: el automóvil. Actualmente está en desuso ya que este plano urbano, lleno de intersecciones y cruces en los que se han instalado semáforos,  no puede soportar el elevado número de vehículos y tiende a ralentizar el tráfico y se prefiere otros tipos de diseños urbanos.
Figura 30. Plano hipodámico de una ciudad romana. Figura 31. Vista aérea del Ensanche de Barcelona (siglo XIX).
  • Plano radial. Este plano es el resultado de una organización en torno a un punto central destacado de la ciudad, normalmente una plaza, castillo, monasterio, etc. Desde este punto parte calles principales en forma de radios. Otras calles importantes se disponen en forma de círculos en torno al espacio central. Estas calles son vestigios de la antigua muralla y sus sucesivas ampliaciones. Aunque este plano suele identificarse con antiguas ciudades medievales, su funcionalidad hizo que también se utilizara en la construcción de barrios moderno en el s. XX. Un ejemplo paradigmático de este tipo de plano lo tenemos en la ciudad de Vitoria o en el ensanche de París (siglo XIX).
Figura 32. Casco antiguo de vVtoria (España) Figura 33. Ensanche de París, Obra de Haussmann (2ª mitad siglo XIX)

En el siguiente enlace, podemos ver algunos comentarios de planos urbanos.

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