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2.1 Concepto de ciudad

Figura 4. Nueva York. Fuente: https://pixabay.com/es/photos/nueva-york-ciudad-de-nueva-york-4854718/

La ciudad es un fenómeno complejo, por lo tanto, difícil de definir. Pero antes que cualquier cosa, la ciudad es un lugar de intercambio, de relaciones entre personas o entre grupos sociales. Ha habido, a lo largo de la historia urbana mundial, infinidad de intentos de definir a la ciudad, intentos que van desde visiones poéticas hasta posturas tecnológicas, pasando por perspectivas de todo género. Por supuesto que la mayoría de las visiones acerca de la ciudad dependen en gran medida a la idea del mundo que existía en la época en que ellas fueron concebidas, así como al contexto en general que las rodeaba.

Antonio Salgado Gómez recoge en un artículo algunas de las definiciones de mayor interés: 

  • Para Aristóteles (384 – 322 a.C.) la ciudad es un cierto número de ciudadanos, de modo que debemos considerar a quién hay que llamar ciudadano y quién es el ciudadano…  Llamamos, pues, ciudadano de una ciudad al que tiene la facultad de intervenir en las funciones deliberativa y judicial de la misma, y ciudad en general, al número total de estos ciudadanos que basta para la suficiencia de la vida (concepto político de la ciudad).
  • Alfonso X el Sabio (1221 – 1284) definió la ciudad como todo aquel lugar que es cerrado de los muros con los arrabales y los edificios que se tiene en ellos.
  • León Battista Alberti (1404 – 1472) humanista, arquitecto, matemático y poeta italiano, afirmaba que la grandeza de la arquitectura está unida a la de la ciudad, y la solidez de las instituciones se suele medir por la solidez de los muros que las cobijan (concepto arquitectónico de la ciudad).
Figura 5. Plano histórico de la ciudad de Blonia (Italia) en 1582
  • Richard Cantillon (1680 – 1734), considerado como el padre de la economía política, consideraba que si un príncipe o un señor fija su residencia en un lugar grato, y si otros señores acuden allá y se establecen para verse y tratarse en agradable sociedad, este lugar se convertirá en una ciudad (concepto barroco de la ciudad).
  • José Ortega y Gasset (1883 – 1955), filósofo y ensayista español, indicaba que la ciudad por excelencia es la ciudad clásica y mediterránea donde el elemento fundamental es la plaza: La urbe es, ante todo, esto: plazuela, ágora, lugar para la conversación, la disputa, la elocuencia, la política (concepto clásico de la ciudad, muy cercano al sentido de la polis griega o de la civitas latina).
  • Según el filósofo alemán Oswald Spengler (1880 – 1936), lo que distingue la ciudad de la aldea no es la extensión, no es el tamaño, sino la presencia de un alma ciudadana… Hay aglomeraciones humanas muy considerables que no constituyen ciudad (concepto filosófico de la ciudad).
  • Lewis Mumford (1895 – 1990), sociólogo y urbanista estadounidense,  afirmaba que la ciudad es la forma y el símbolo de una relación social integrada (concepto sociológico de la ciudad). Según este autor, la ciudad producto de la Revolución Industrial es, una ciudad sin alma; ella puede aumentar más de cien veces sin adquirir la más leve de las instituciones que caracterizan a una ciudad en el sentido sociológico (concepto postindustrial de la ciudad).
  • Fernando Chueca Goitia (1911 – 2004) arquitecto e historiador del arte español, opinaba que la ciudad moderna es un conglomerado en el que perviven viejas estructuras históricas y antiguas formas de vida junto con las nuevas del capitalismo y de la técnica. Lo que caracteriza a ese tipo de ciudad es su desintegración. Es una ciudad fragmentaria, caótica, dispersa, a la que le falta una figura propia (visión caótica de la ciudad).
  • José Miguel Fernández Güell (1954), arquitecto y planificador urbano, profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, dice que la ciudad puede entenderse como un complejo ecosistema de elementos o partes conectadas, donde las actividades humanas están enlazadas por comunicaciones que interactúan en tanto el sistema evoluciona dinámicamente (enfoque sistémico de la ciudad).
  • Richard Rogers (1933), arquitecto británico quien ha mantenido durante toda su carrera profesional un compromiso con la arquitectura, el medio ambiente, la cultura y la sociedad, opina que la ciudad ha acabado por ser entendida como un templo para el consumismo. La conveniencia política y comercial ha invertido el énfasis del desarrollo urbano para, en lugar de encauzarlo hacia las necesidades sociales, asimilarlo a determinadas necesidades de individuos o grupos concretos. La consecución de este restringido objetivo ha privado a la ciudad de su vitalidad (enfoque sostenible de la ciudad).

Podíamos añadir más definiciones, pero ¿cuáles son los criterios que definen lo que es una ciudad? De manera sintética, podemos establecer los siguientes criterios definidores del concepto de ciudad:

Así, los criterios para definir lo urbano los podemos resumir en:

  • Criterios numéricos: Tienen en cuenta el número de habitantes. El umbral de población para considerar un asentamiento  humano como ciudad varia según los distintos países. En los países escandinavos se considera ciudad a partir de los 200 habitantes, 2.000 en Francia, 500 en Austria, 2.500 en Estados Unidos, 10.000 en España, 30.000 en Japón. etc. A pesar de la diversidad, el criterio numérico es el adoptado por la mayoría de los censos debido a su simplicidad, y es el que se utiliza para elaborar la tasa de urbanización.
  • Criterios socioeconómicos: Basados en el tipo de actividad de los habitantes de la ciudad. Una definición generalmente  aceptada y aplicada en los estudios urbanos es la que se basa en la existencia de una importante proporción de población activa no agraria en un asentamiento concentrado.
  • Criterios funcionales: Las ciudades tienen funciones que las diferencian de los asentamientos rurales. Estas funciones son variadas pero tienen dos características singulares. En primer lugar no tienen un carácter agrícola y en segundo están más relacionadas con la distribución de bienes y servicios que con la producción. Siguiendo los criterios funcionales muchos investigadores han enfatizado el papel de la ciudad como centro institucional y de servicios rodeado de un territorio. A diferencia de la aldea rural, el asentamiento urbano se significa por el hecho de que su influencia excede lo meramente local.
  • Otros criterios: podemos considerar otros criterios, como la densidad de población, la morfología de los edificios, calles, servicios, la estructura del asentamiento, muy diferente a los núcleos rurales o las características culturales, lo que se ha venido en llamar "cultura urbana".

En la actualidad los límites entre lo rural y lo urbano están desapareciendo en los países más urbanizados.  Se producen fenómenos espaciales que hacen que los límites entre ambos espacios no sean tan claros como lo eran antes, como la rururbanización, la suburbanización o la reurbanización, explican estos fenómenos.

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