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7. Las aguas subterráneas

Las aguas subterráneas son el conjunto de agua que queda almacenada en profundidad o por debajo de la superficie del terreno, saturando completamente los poros del subsuelo. Representan, aproximadamente, el 29% del total del agua dulce de la hidrosfera (los ríos y lagos suponen el 0.4% del total).

Las aguas subterráneas se forman a partir del agua de lluvia. Una vez precipita el agua, esta se infiltra en el subsuelo y desciende hasta quedar retenida en una capa impermeable. Esta capa del subsuelo permite el almacenamiento del agua, formándose lo que se denomina un acuífero.

En el transcurso del movimiento descendente del agua que se infiltra en el terreno, se pueden distinguir verticalmente dos zonas: la de aireación y la de saturación; ambas separadas por el nivel freático.

Figura 18 a. Distribución vertical de las aguas de un acuífero libre

A. Zona de aireación o no saturada. Localizada entre la superficie del terreno y el nivel freático, en ella se distinguen tres subzonas:

  1. Subzona de evapotranspiración. Comprendida entre la superficie del terreno y los extremos de las raíces de la vegetación; es la franja del suelo sometida a evapotranspiración. Su espesor varía de 8-25 cm en las zonas sin vegetación, hasta 3 o 4 m.
  2. Subzona intermedia. No está afectada por las raíces de las plantas, y su espesor es muy variable (inexistente en zonas con niveles freáticos muy superficiales o cientos de metros en zonas áridas). En esta zona el agua circula por gravedad hacia la zona saturada.
  3. Subzona capilar. Es la franja de transición a la zona saturada, su límite inferior lo constituye el nivel freático y su espesor depende de las fuerzas capilares que hacen ascender el agua. El agua retenida en esta capa no fluye al estar retenida por capilaridad.

B. Nivel freático: es la superficie que separa la zona de aireación de la de saturación, y se traduce como el nivel que alcanza el agua dentro del acuífero. Se mide en metros de profundidad respecto a la superficie del terreno. Cuando se trata de acuíferos libres, en este nivel la presión de agua del acuífero es igual a la presión atmosférica, y viene determinada aproximadamente por el nivel de la superficie del agua en el interior de los pozos que penetran en la zona de saturación. En el caso de los acuíferos confinados, esta superficie recibe el nombre de nivel piezométrico.

C. Zona de saturación: es la parte situada por debajo del nivel freático, donde todos los poros de la roca están rellenos de agua (están saturados). El límite inferior lo constituye un nivel de materiales de comportamiento acuífugos o acuícludos (impermeables a efectos prácticos).

Las aguas subterráneas pueden clasificarse según dos criterios: según su formación o su localización.

a) Según el origen o las fuentes de las aguas subterráneas, estas pueden ser:

  • De infiltración o de precipitación.
  • Aguas de condensación de la niebla nocturna en zonas desérticas.
  • Fósiles o congénitas, que son aquellas masas de agua que quedaron atrapadas en acuíferos hace miles de años.
  • Aguas juveniles o magmáticas, que son aquellas que afloran por primera vez a la superficie como consecuencia de erupciones volcánicas y géiseres (p.ej.: manantial de agua subterránea).
Figura 18 b. Río Hamza (Brasil) Figura 18 c. Esquema estructural del río Hamza

b) En función de la distribución del agua subterránea en el terreno encontramos:

  • Aguas edáficas: es el agua subterránea que se localiza en la zona de aireación o zona no saturada del subsuelo.
  • Aguas suspendidas: se forman cuando entre la superficie y la zona real de saturación, queda una franja, de poco espesor, saturada de agua retenida por una capa impermeable.
  • Aguas freáticas: las aguas del nivel freático son las que conforman la zona de saturación.
  • Aguas confinadas: localizadas entre dos capas impermeables.
  • Aguas artesianas: sometidas a grandes presiones, quedan almacenadas entre capas impermeables, y fluyen verticalmente hacia la superficie.