El viento es otro de los agentes erosivos más potentes. La erosión eólica se produce, básicamente, por la acción de las partículas transportadas. Este proceso erosivo se denomina abrasión eólica o corrosión eólica. La abrasión puede producir sobre rocas coherentes un pulido y satinado de la superficie, e incluso, dar lugar a pequeñas microformas alveolares que se denominan taffoni.
El modelado eólico más representativo son las dunas, que son una acumulación temporal de arena debido a la acción del viento y sometida a movimiento; tiene morfología convexa y disimetría de laderas, más suave la de barlovento y más pendiente la de sotavento. Ejemplo, las dunas de los grandes desiertos o, con menores dimensiones, los sistemas dunares de las costas como, en España, El Rompido, Punta Umbría, las dunas móviles de Bolonia o Valdevaqueros.
Figura 33 a. Taffoni | Figura 33 b. Duna móvil (Valdevaqueros, Cádiz) |
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