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3.3. Relieve estructural

Las estructuras que acabamos de ver originan un tipo de relieve en el que predominan las formas derivadas de la influencia de la tectónica. Son los denominados relieves estructurales. Los principales tipos de relieves estructurales son:

a) Relieve aclinal o tabular:

Constituye una estructura horizontal, labrada en rocas sedimentarias recientes, con distinta resistencia a la erosión, que no ha sido afectado por la tectónica. Se forman, por consiguiente, en cuencas sedimentarias. Cuando los estratos sedimentarios son recientes originan formas llanas, horizontes, pero cuando son más antiguos y se han visto afectadas por la acción del agua de los ríos, por ejemplo, originan lo que se denomina formas derivadas, como los páramos, mesas o muelas (superficies amplias, planas y elevadas, que culminan en un estrato duro), cerros testigos (resultan de la erosión de un páramo), antecerros (cerros testigos que han perdido el estrato duro superior) y campiñas (llanuras onduladas entre páramos de materiales blandos). Los relieves tabulares se encuentran en las grandes cuencas terciarias de ambas mesetas y en el valle del Ebro.

Figura 26 a. Formas de relieve aclinal Figura 26 b. Relieve tabular (Valle del Ebro)

b) Relieve monoclinal

Este tipo de relieve se forman los estratos sedimentarios se presentan ligeramente. Se denominan también relieves en cuesta. Esta inclinación facilita la acción erosiva del agua originando barrancos y cárcavas. Se desarrollan en los márgenes de las cuencas sedimentarias o donde la tectónica ha basculado los estratos (ambas submesetas y depresiones exteriores del Ebro y Guadalquivir).

Figura 26 c. Relieve monoclinal o en cuesta Figura 26 d. Relieve monoclinal

c) Relieves plegados

Los relieves plegados responden a una tectónica compresiva y originan pliegues anticlinales y sinclinales según la fuerza orogénica o la litología. Son de diversos tipos, siendo los principales: jurásico, apalachense y alpino.

  • En el relieve jurásico los estratos han sido fuertemente plegados. Originan formas muy características como mont, cresta, combe (Valles paralelos a la cumbre), val, cluse (Valles perpendiculares a la cumbre creados por una corriente de agua), ruz o chevrons, etc. La intensa erosión origina relieves invertidos con sinclinales colgados. Este relieve se encuentra en la Cordillera Cantábrica oriental, Sistema Ibérico, prepirineos y zona subbética.
Figura 26 e. Relieve jurásico Figura 26 f. Combe
  • El relieve apalachense es un relieve herciniano (Era Primaria) arrasado por la erosión que ha sido reactivado por la orogenia alpina. Aparecen crestones y surcos paralelos, que pueden estar cortados transversalmente por pasillos y brechas (ruz y cluses). Se localiza en la parte occidental de la Cordillera Cantábrica, Montes de Toledo y Sierra Morena.
Figura 26 g. Evolución del relieve apalachense Figura 26 h. Relieve apalachense
  • El relieve alpino se caracteriza por una estructura en mantos de corrimiento que llegan a desplazarse decenas de kilómetros. Se da en las Béticas y los Pirineos. Resultado de los procesos erosivos son klippes y ventanas tectónicas.
Figura 26 i. Relieve alpino Figura 26 j. Manto de corrimiento

d) Relieve plegado

Los relieves fallados están generados por una tectónica distensiva (fallas normales), o compresiva (fallas inversas). Ambas se corresponden con desplazamientos de bloques en la vertical, pero también se producen en la horizontal (fallas en dirección o de desgarre). Las morfologías ocasionadas por fallas suelen dar lugar a escarpes de falla más o menos rectilíneos, en función del tipo de roca sobre la que se ha producido la fractura.

Rara vez se produce una falla aislada, sino que se tienen lugar diversas fallas sobre un mismo bloque originando un sistema morfoestructural complejo. Un ejemplo de estos sistemas es el denominado relieve germánico que es un sistema de bloques levantados (horst) que se corresponden con sierras, y bloques hundidos (graben), los valles. Por lo general cada horst suele estar asociado con varios grabens. Ejemplos de estos relieves abundan en casi todas las sierras y cordilleras peninsulares como la fosa del río Lozoya (Sistema Central) o en el sistema Ibérico.

Figura 26 k. Estructura germánica Figura 26 l. Falla de Padul (Granada)