Saltar la navegación

4.3. Comercio exterior

4.3.1. Globalización y comercio

La globalización es la oportunidad de operar en un mercado mundial cada día con menos barreras, lo que, sumado a una capacidad nunca vista de acceso a la información, nos permite negociar, desde la mesa del despacho, una compra con un fabricante de muebles vietnamita o una venta de cualquiera de nuestros productos con una cadena de supermercados de Ecuador.

Las principales ventajas de la globalización económica pueden ser:

Edea
  • Reducción de los precios, que permite una mayor competencia entre las distintas empresas, disminuyendo los costes necesarios para la producción tanto de bienes como de servicios.

  • Generación de empleos directos e indirectos. La irrupción en los distintos países de cadenas como, por ejemplo, las multinacionales, favorece la creación de una gran variedad de puestos de trabajo tanto directos como indirectos.

  • Aumenta la inversión en Investigación y Desarrollo. Debido a una mayor competencia entre los empresarios, tiende a aumentar la inversión y ello facilita que aumente la calidad de los productos de cara al consumidor.

  • Mejora la distribución de la riqueza y del acceso a los recursos. Es una forma eficaz de distribuir la riqueza, generar empleos cualificados y permite que una parte importante de la población, acceda a recursos que de otra manera resultaría bastante más difícil. 

Algunas de las desventajas más importantes de la globalización económica pueden ser:

  • Puede impactar negativamente en el cuidado del medio ambiente. En diferentes ocasiones, dicha explotación por parte tanto de las empresas como de las cadenas multinacionales, puede suponer impactar de manera negativa en la naturaleza, los seres vivos que la conforman y su entorno.

  • Traslado de empresas y multinacionales a otros países del mundo. Esto puede ser una importante desventaja porque en a veces, países con regulaciones y normativas fiscales más ventajosas pueden atraer a las empresas a estas localizaciones.

  • Desigualdades económicas. La concentración de la riqueza en países más desarrollados, puede ocasionar una acumulación de este capital y provocar desigualdades salariales entre los diferentes países.

  • Incremento de las tasas de desempleo. Puede generar un incremento del desempleo sobre todo, en los países más desarrollados. Las grandes multinacionales y, en general, las empresas, se pueden trasladar a otras regiones del mundo donde los salarios son más reducidos y el coste de las materias primas también.

4.3.2. Estructura de la balanza de pagos

El comercio exterior es el intercambio de bienes y servicios entre un Estado y el resto del mundo. Estas relaciones económicas se sintetizan en la balanza de pagos. Ésta es un documento contable en el que se registran las operaciones comerciales, de servicios y de movimientos de capitales de un país con el exterior. La balanza de pagos es un indicador macroeconómico que proporciona información sobre la situación económica del país de una manera general, es decir, permite conocer todos los ingresos que recibe un país procedentes del resto del mundo y los pagos que realiza tal país al resto del mundo debido a las importaciones y exportaciones de bienes, servicios, capital o transferencias en un período de tiempo, generalmente un año. En España disponemos de series desde 1931, y a partir de 1939 la elaboración de la balanza de pagos forma parte de las publicaciones estadísticas oficiales del Ministerio de Economía.

Dentro de la balanza de pagos existen cuatro cuentas principales:

CMapTools
  • Balanza por cuenta corriente: Esta balanza es la más importante ya es las que más se utiliza para conocer el estado de la economía de un país. Aquí se incluyen las importaciones y exportaciones de bienes y servicios, además de las rentas y transferencias. A su vez, se subdivide en cuatro sub-cuentas: balanza comercial, balanza de servicios, balanza de rentas y balanza de transferencias.

  • Balanza de cuenta de capital: Se registran el movimiento de capitales, por ejemplo las ayudas que llegan del extranjero o la compra y venta de bienes que no son financieros.

  • Balanza de cuenta financiera: Se recogen los préstamos que pide un país al extranjero, las inversiones o depósitos que los países extranjeros efectúan a un país.

  • Cuenta de errores y omisiones: Esta cuenta se incluye dada la dificultad de calcular con extrema precisión el total de exportaciones e importaciones de un país.

Cada una de estas balanzas dan un saldo independiente que puede ser positivo o negativo:

  • Superávit: En el caso de que el saldo de un tipo de balanza sea positivo estaremos hablando de que la balanza está en superávit.

  • Déficit: En el caso de que sea el saldo sea negativo. 

Sin embargo, no se busca el equilibro de cada una de estas balanzas por sí solas, sino el equilibrio global de la balanza de pagos. Por consiguiente, la balanza de pagos siempre estará en equilibrio, por ejemplo un déficit en la balanza por cuenta corriente será compensado con un superávit en la balanza por cuenta de capital. Ya que, si un país tiene más compras que de ventas, el dinero lo debe obtener por algún lado, bien por medio de inversiones o préstamos extranjeros.

4.3.3. Comercio exterior

La balanza comercial registra las exportaciones e importaciones de mercancías. En España, tradicionalmente ha sido deficitaria, es decir, ha habido más gastos (importaciones) que ingresos (exportaciones). Sin embargo, el déficit que resulta en nuestra balanza comercial no crea especiales problemas. En los años sesenta del siglo XX, la puesta en marcha del Plan de Estabilización supuso la devaluación de la peseta, lo que contribuyó a incrementar la entrada de capital a través de tres fuentes: la remesa de los emigrantes (transferencias corrientes), los ingresos por turismo (balanza de servicios) y las inversiones de capital extranjero (cuenta financiera, inversiones directas). En la actualidad el déficit se compensa por los ingresos del turismo y por las inversiones extranjeras.

De esta manera, la evolución del comercio exterior español se caracteriza por un gran crecimiento de las exportaciones y de las importaciones desde la década de 1960. Las razones han sido cuatro: la apertura a la economía internacional a partir de 1959, la entrada en la Comunidad Europea en 1986; la creciente incorporación a la globalización económica mundial desde la década de 1980, y el fuerte crecimiento de la demanda interna hasta la crisis de 2008.

La balanza comercial (diferencia entre el valor de las exportaciones y de las importaciones) ha sido tradicionalmente deficitaria en casi todos los sectores, excepto en alimentación y automóvil. Las compras más relevantes en el exterior son de productos petrolíferos, agrícolas, metálicos y minerales. Nuestros principales proveedores son la Unión Europea con todo tipo de productos; Oriente Medio y África con productos energéticos, y Estados Unidos, con productos manufacturados, entre ellos los informáticos.

Nuestras exportaciones se basan en bienes manufacturados, seguidos por productos agrícolas, mineros y metales. Los principales clientes de los productos españoles son la Unión Europea, también con todo tipo de productos (predominantemente agrícolas), África (sobre todo el Norte) e Hispanoamérica con productos manufacturados. Este comercio con la Unión Europea y con Estados Unidos es generalmente deficitario; se compensa con las inversiones de capital extranjero en España. Justamente lo contrario ocurre con África e Hispanoamérica: produce superávit y en estas áreas es donde España  invierte más capital. Esta anómala situación puede explicar, en parte, las líneas de nuestra política exterior. El comercio con Oceanía es insignificante.

En los últimos años, el déficit comercial ha disminuido. Las causas han sido la moderación de las importaciones ante el descenso del consumo motivado por la crisis, la sustitución de productos importados por productos fabricados en España y el descenso del déficit energético. Además, han aumentado las empresas exportadoras, las ventas de los sectores con mayor valor añadido; la diversificación geográfica de las exportaciones, especialmente hacia Asia, África y América Latina, y la depreciación del euro durante la crisis económica.

El comercio exterior representa un porcentaje relevante del PIB de España. Por ejemplo, En 2018, alcanzó a ser más del 68% del PIB español, según el Banco Mundial. España exportó principalmente automóviles (10,9%), productos derivados del petróleo distintos del crudo, repuestos de vehículos y medicamentos, así como "maquinaria y equipamiento de transporte", "bienes clasificados principalmente por material" y "comida, animales y bebidas, tabaco"; importaba crudo (9,1% del total de importaciones), automóviles y repuestos de vehículos, y medicamentos. Los principales destinos de las exportaciones españolas fueron Francia (15,1%), Alemania (11,1%) e Italia (8%), mientras que las importaciones provinieron sobre todo de Alemania (12,8%), Francia (10,9%) y China (8,5%). La balanza comercial del país para mercancías es estructuralmente negativa debido a las altas importaciones de combustible y los bienes de alto valor agregado. En 2018, las exportaciones crecieron 2,8% anualmente, llegando a 328.500 millones USD, mientras que las importaciones crecieron con un ritmo más rápido (7,2%), llegando a 376.200 millones. Sin embargo, España es un exportador neto de servicios, y por ello la balanza comercial general fue positiva en 2018 (estimada en 2,7% del PIB por el Banco Mundial).

En 2022, el sector exterior aportó casi la mitad del crecimiento del PIB español, con una contribución de 2,6 puntos porcentuales, sobre un incremento del PIB del 5,5%, según datos oficiales. En concreto, las exportaciones de bienes y servicios alcanzaron el 41,7% del PIB, lo que supone 6,8 puntos más que en 2021. Por un lado, las importaciones, por su parte, alcanzaron los 457.321,2 M€, también máximo histórico anual, con un crecimiento interanual del 33,4% respecto a 2021. Crecieron en mayor medida debido al efecto de la subida de los productos energéticos y materias primas, así como por la consolidación en la recuperación de la demanda interna. No obstante, este crecimiento de las importaciones se desacelera con intensidad desde agosto y en diciembre se registra la menor tasa del año (11,1%). Esto hace que el déficit comercial se incremente en el último año hasta los 68.112 M€, lo que se debe al encarecimiento de los productos, motivado principalmente por el alza de la energía, sigue siendo la principal causa del déficit. (77,3%). Por otro lado, las exportaciones igualmente consiguen un nuevo récord histórico en 2022, superando por primera vez los 43.000 exportadores regulares de más de mil euros (operadores que han exportado más de mil euros en cada uno de los cuatro últimos años), lo que supone un aumento del 2,7% en el último año. Además, la mayoría del comercio (el 90%) es realizado por exportadores regulares. En los últimos 10 años, el número de exportadores regulares de más de mil euros ha aumentado cerca del 30%". Crecen en todos los sectores en 2022 respecto a 2021 y, además, todos superan las ventas de 2019. En promedio, las exportaciones son un 34% superiores a las de 2019, por lo que han superado el impacto de la pandemia de forma generalizada. Respecto a la situación por mercados, la recuperación de las exportaciones españolas ha sido más rápida con nuestros principales socios europeos: las exportaciones a la UE-27 crecieron por encima del conjunto (24,9% interanual, frente al 22,9%) y su peso ascendió al 62,8%, un punto más que el año anterior. Los países que más contribuyeron al crecimiento de las exportaciones fueron: Francia, Bélgica, Portugal, Alemania e Italia. Por su parte, las ventas a terceros destinos también se incrementaron con un aumento del 19,7%.

https://comercio.gob.es/ImportacionExportacion/Informes_Estadisticas/Historico_Informes/Mensuales/2022/2022-12_Nota_ejecutiva.pdf

Creado con eXeLearning (Ventana nueva)