Los meteorólogos, para representar de un modo sencillo lo que ocurre en la atmósfera, trazan los mapas del tiempo en superficie y en varias alturas. Los mapas de superficie representan las isobaras de cuatro en cuatro milibares, reducidas al nivel del mar. En los mapas se observan figuras de alta presión o Anticiclones (A), cuando las isobaras van de menos a más presión y superan los 1013 mb.. Estos anticiclones originan un tiempo seco, frío o caluroso, dependiendo de la época del año y de las masas de aire. Junto a ellos aparecen figuras de baja presión o Depresiones o Borrascas (B), cuando las isobaras van de más a menos presión y se sitúan por debajo de los 1013 mb. Finalmente se pueden ver los frentes de lluvias, dibujados con semicírculos cuando son cálidos y con triángulos cuando son fríos.


En algunas ocasiones, en los mapas se representan las capas altas de la atmósfera, que verdaderamente explican lo que sucede en superficie. Los mapas de altura se trazan con los datos aportados principalmente por un aparato que recibe el nombre de radiosonda. En estos mapas, en lugar de dibujar isobaras, como en superficie, se trazan isohipsas, es decir, curvas que unen puntos en los que una determinada presión se alcanza a la misma altura.