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1.1. Proceso de integración europea

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Europa se encontraba sumida en la devastación. Alemania estaba destrozada, en términos de pérdidas de vidas humanas y daños materiales. Si bien Francia y Reino Unido resultaron oficialmente vencedoras frente a Alemania en el conflicto, estos dos países también sufrieron importantes pérdidas, aunque mucho menores que las de Alemania, también afectaron gravemente a sus economías y su prestigio a nivel mundial. La declaración de guerra de Francia y Reino Unido a la Alemania nazi tuvo lugar en septiembre de 1939. Una vez finalizado el conflicto en Europa el 8 de mayo de 1945, el régimen alemán fue responsabilizado por el inicio de la guerra, ya que su política expansionista le había llevado a ocupar y en algunos casos anexar territorios de otros países del continente. Alemania, que perdió parte considerable de su territorio anterior a la guerra, fue ocupada por ejércitos extranjeros que dividieron su superficie territorial en cuatro partes.

La Vanguardia. Robert Schuman, ministro de Asuntos Exteriores de Francia, interviene ante la prensa en el Salon de l’Horloge del Quai d’Orsay el 9 de mayo de 1950

En los años siguientes, los resentimientos y la desconfianza entre las naciones europeas, dificultaban una reconciliación. En este contexto el Ministro francés de asuntos extranjeros Robert Schuman sostuvo decididamente la creación de la Alemania Occidental, resultado de la unión de las tres zonas de ocupación controladas por las democracias occidentales, dejando de lado la zona ocupada por la URSS. Schuman, de origen Luxemburgo-alemán, había poseído las tres nacionalidades (francesa, alemana, luxemburguesa) durante diferentes etapas de su vida. Esto le hizo comprender la complejidad de los conflictos europeos.

El 9 de mayo de 1950, cinco años después de la rendición del Régimen Nazi, Schuman lanza un llamamiento a Alemania Occidental y a los países europeos que lo deseasen para que sometieran bajo una única autoridad común el manejo de sus respectivas producciones de acero y carbón. Este hecho, acogido de manera dispar dentro de los gobiernos europeos, marca el inicio de la construcción europea, al ser la primera propuesta oficial concreta de integración en Europa. El hecho es que al someter las dos producciones indispensables de la industria armamentística a una única autoridad, los países que participaran en esta organización encontrarían una gran dificultad en el caso de querer iniciar una guerra entre ellos.

1.1.1. Primeros pasos concretos

Firma del Tratado de París que estableció la CECA

El nacimiento de la Comunidad Económica Europea (CEE) se apoyó en dos experiencias previas de integración parcial: el acuerdo aduanero entre Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo para formar el Benelux (1948); y la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), creada en la primavera de 1951 por el Tratado de París e integrada por Alemania, Italia, Francia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. Nació, así, la llamada Europa de los Seis; en adelante, será el núcleo al que se adquirirán los países democráticos europeos para constituir el proyecto europeo;, logran un entendimiento que favorece el intercambio de las materias primas necesarias en la siderurgia, acelerando de esta forma la dinámica económica, con el fin de dotar a Europa de una capacidad de producción autónoma; buscaba así atender la producción y compra del carbón y del acero de forma conjunta, con total libertad aduanera entre ellos para estos productos. Este tratado fundador buscaba aproximar vencedores y vencidos europeos al seno de una Europa que a medio plazo pudiese tomar su destino en sus manos, haciéndose independiente de entidades exteriores. El tratado expiró en 2002, siendo ya obsoleto tras la fusión de los órganos ejecutivos y legislativos en el seno de la Comunidad Europea, que adquirió personalidad jurídica y también gracias al Acta Única Europea de 1986.
 
En mayo de 1952, ya en plena Guerra fría, se firmó en París un tratado estableciendo la Comunidad Europea de Defensa (CED), que permitía el armamento de Alemania Occidental en el marco de un ejército europeo. Cinco miembros de la CECA ratificaron el tratado, pero en agosto de 1954, los parlamentarios franceses lo rechazaron, como consecuencia de la oposición conjunta de gaullistas y comunistas. Es así que el antiguo Tratado de Bruselas de 1948 es modificado para crear la Unión Europea Occidental (UEO) que será hasta la entrada en vigor del Tratado de Ámsterdam en 1999, la única organización europea encargada de la defensa y la seguridad. Aunque reforzó el antiguo tratado, la UEO solo fue una entidad simbólica sin poder ni cooperación real frente a la OTAN. Su principal rol estuvo ligado al desarrollo de las fuerzas nucleares de Francia y Reino Unido, principalmente tras el conflicto en el canal de Suez y durante los conflictos de descolonización, asegurando la neutralidad de los otros países europeos.

Firma de los Tratados de Roma el 25 de marzo de 1957 / AP

Un impulso de importancia mayor llega el 25 de marzo de 1957 con la firma de los Tratados de Roma. Los seis deciden avanzar en la cooperación en los dominios económico, político y social. La meta planteada fue lograr un “mercado común” que ampliaban la libertad aduanera y de coordinación a la libre circulación de personas, todo tipo de mercancías, servicios y capitales, y la energía nuclear. La Comunidad Económica Europea (CEE) es la entidad internacional, de tipo supranacional, dotada de una capacidad autónoma de financiación institucionalizada por este tratado, por lo que esta alianza comenzaba ya a tener también una imbricación política. Este documento formó una tercera comunidad de duración indefinida, el Euratom. La CEE fue diseñada para crear un mercado común entre sus países miembros a través de la eliminación de varias barreras comerciales y el establecimiento de una política común de comercio exterior. Dichas barreras fueron eliminadas en 1968. Así mismo, se creó una política agrícola común en 1962 para proteger a los agricultores de los países miembros de importaciones agrícolas.

Mediante el Tratado de Bruselas (1 de julio de 1967), las instituciones de la CEE se fusionaron junto con las del resto de Comunidades Europeas: la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom), conllevando la fusión de los ejecutivos de las tres comunidades cuando estas poseían ya instituciones comunes en materia de justicia) por medio de la creación de Comisión Europea (CE) y el Consejo Europeo (CE).

A principios de la década de 1960, el Reino Unido manifestó sus deseos de incorporarse a la Comunidad Europea. La negativa del gobierno francés al deseo de integración británico motivó que su incorporación no se produjera hasta el 1 de enero de 1973, coincidiendo con Irlanda y Dinamarca, en la primera ampliación de la Comunidad Europea, que dio paso a una Comunidad formada por nueve miembros, con una población de 256 millones de habitantes.

La siguiente ampliación comunitaria fue hacia el Mediterráneo. La Comunidad hasta entonces había mostrado un claro desequilibrio a favor de la Europa septentrional, que se comenzó a superar cuando, en 1981, Grecia se incorporó a la Comunidad Europea. La integración griega supuso para el propio país un importante esfuerzo de adaptación. Una nueva ampliación fue la Europa de los doce, con dos nuevos países mediterráneos, España y Portugal, que se integraron en las Comunidades Europeas en 1986. Son dos países que en esa fecha ya habían realizado su transición democrática. España, Grecia y Portugal tenían unos niveles de desarrollo muy inferiores a la media comunitaria y fueron los socios más necesitados de apoyo económico como compensación por abrir sus fronteras tras la adhesión y como incentivo para su modernización. Alemania Oriental ingresó en 1990, como parte de la Alemania reunificada.

1.1.2. Creación de la Unión Europea

Los Tratados fundacionales de la Comunidad Económica Europea se modificaron con el Acta Única Europea, firmada en febrero de 1986, entra en aplicación el 1 de julio de 1987. Ésta tuvo por misión redinamizar la construcción europea, fijando la consolidación del mercado interior en 1993 y permitiendo la libre circulación igualmente de capitales y servicios. Asimismo, el acta dio a la Comunidad Europea control sobre políticas ambientales, científicas, educativas y de salud, entre otras áreas. Por este tratado, las competencias comunitarias son ampliadas a los dominios de la investigación y el desarrollo tecnológico, medio ambiente y política social. El Acta Única consagra también la existencia del Consejo Europeo, que reúne los jefes de estado y gobierno e impulsa una iniciativa común en materia de política exterior (la Cooperación Política Europea) así como una cooperación en materia de seguridad.

Firma del Tratado de Maastricht (Holanda)

El Tratado de la Unión Europea, conocido como Tratado de Maastricht, fue firmado en febrero de 1992 y entró en vigor el 1 de noviembre de 1993. Tal como se desprende del texto del Tratado, constituye una nueva etapa en el proceso creador de una Unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa». El Tratado de Maastricht es el acuerdo por el que se adoptó el nombre de Unión Europea y se avanzó en dos objetivos: el camino hacia la unión política y el establecimiento de la unión económica y monetaria. Para ello se definieron los tres pilares básicos de la UE: la Comunidad Europea, la política exterior y de seguridad común y la cooperación en los ámbitos de la Justicia y asuntos de interior. La Europa de los Doce había dado un salto cualitativo: había aprobado el calendario y los criterios para la introducción de la moneda única, el Euro, que entraría en circulación en 2002 bajo control del Banco Central Europeo. El tratado también crea la ciudadanía europea y permite circular y residir libremente en los países de la comunidad, así como el derecho de votar y ser elegido en un estado de residencia para las elecciones europeas o municipales.

La Europa de los Quince


En la cumbre de Maastricht, se logró igualmente la creación de un nuevo instrumento de base financiera, el Fondo de Cohesión, cuya peculiaridad estribaba en que beneficiaba a los cuatro países menos prósperos (Portugal, Irlanda, Grecia y España). España ha sido el país que más impulsó esta solidaridad financiera para favorecer el desarrollo de los países periféricos, y también fue en aquellos años un beneficiario directo; así, entre 1994 y 1999, España recibió el 55% del Fondo de Cohesión.

El 1 de enero de 1995 se producía la quinta ampliación de la Unión Europea con la entrada de Austria, Finlandia y Suecia, creándose la Europa de los Quince. Gracias a la transformación del mapa de Europa tras la caída del muro de Berlín en 1989, y al desplome de la URSS, algunos otros países de Europa oriental, inmersos en procesos de cambios políticos y económicos. manifestaron entonces sus deseos de incorporarse a la Unión Europea.

Firma del Tratado de Ámsterdam el 2 de octubre de 1997

La ampliación de los Quince se realizó sin una reforma institucional. Los mecanismos e instituciones diseñados para los seis miembros originarios en 1958 han tenido que seguir funcionando con quince miembros, y esto significa la necesidad de nuevos ajustes para hacer frente a la nueva realidad. Por ello, ante la evidencia de que los avances de Maastricht resultarían insuficientes para permitir una ampliación con éxito de la Unión a los países del este. Los quince Estados miembros firmaron en 1997 el Tratado de Amsterdam, entrando en vigor en 1999 Sus objetivos eran revisar los Tratados, hacer del empleo y de los derechos ciudadanos el eje de la Unión Europea y acomodar las políticas a las nuevas exigencias del siglo XXI: globalización de la economía mundial, mejora del empleo, eliminación del terrorismo y de la delincuencia, y búsqueda de soluciones definitivas para los problemas medioambientales.

Un hito de la historia de la Unión Europea fue el nacimiento del Euro, la moneda europea. El 1 de enero de 1999 once países de esta organización, entre ellos España, decidieron abandonar sus monedas y tener una moneda común, a fin de facilitar la integración  económica y la realización de una política económica europea. Desde entonces, nuevos países se han sumado al Euro 8incluoso varios que no pertenecen a la UE lo han adoptado como moneda). En la llamada "zona euro" o "Eurozona", el Banco Central Europeo fija la política monetaria.

1.1.3. La reforma institucional y la ampliación hacia el este

Firma del Tratado de Niza

La adecuación de las instituciones para la ampliación en el número de países miembros y la voluntad de profundizar en el grado de integración política de la UE puso en marcha un camino de reformas de los tratados que comenzaba con el Tratado de Niza, que entraría en vigor en 2003; por este, se reformaba el Tratado de Ámsterdam aceptando el concepto de Europa de dos velocidades, aprobando determinadas reformas estructurales, como la de las instituciones comunitarias y el reparto de poder en la UE. Estos acuerdos se estancaron con el auge de los países euroescépticos. Mientras tanto, el año 2002, se extingue la CECA, creada para 50 años, y su ámbito de actuación queda englobado en el de la Comunidad Europea.

El tratado constitucional fue firmado el 28 de octubre de 2004.

A partir del Tratado de Niza, se puso asimismo en marcha la elaboración de un futuro tratado constitucional que pretendía sustituir todos los tratados acumulados desde hace 50 años. El tratado constitucional fue firmado el 28 de octubre de 2004. La ratificación del tratado fue iniciada por la aprobación del Parlamento, pero algunos estados convocaron referendos en 2005. El primero fue el que se celebró en España, donde el documento fue aprobado con el 77% de apoyo. Sin embargo, la ratificación alcanzó un obstáculo importante cuando los votantes de Francia y los Países Bajos rechazaron el documento. Esta ratificación en gran medida se detuvo, con sólo unos pocos estados tratando de aprobarlo, aún, Luxemburgo siguió adelante con su voto y aprobó la constitución en un 57%. Esto no cambió las cosas, sin embargo, y los dirigentes anunciaron que entraban en un "período de reflexión" sobre el rechazo. En 2007 los líderes europeos pusieron fin formalmente a este "período de reflexión" con la firma de la Declaración de Berlín el 25 de marzo de 2007 (en el 50º aniversario de la firma de los Tratados de Roma). La declaración tenía por objeto dar un nuevo impulso a la búsqueda de un nuevo acuerdo institucional antes de realizar las elecciones europeas de 2009. Adentrado ya el año 2007, el Consejo Europeo acordó que la Constitución había fracasado, aunque la mayoría de sus cambios se mantendrían en una modificación de los tratados anteriores, en contraposición a la constitución, la cual iba a reemplazar todos los tratados anteriores.

La Europa de los 27

La ampliación hacia el este de Europa representaba un salto cuantitativo, tanto por el número de países como por su significado político. La ampliación planteaba objetivos políticos como la creación de un espacio de progreso, libertad y paz para todos los países europeos, superando la antigua división del telón de acero y el incremento del peso de Europa en el mundo. Por otro lado, se perseguía el objetivo económico de construir un mercado de 500 millones de consumidores, respaldado por la unión económica y monetaria, que incrementará el peso económico de Europa. En 2004 diez nuevos países se adhirieron a la UE: República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia. Lituania, Polonia, junto con Chipre y Malta. En 2007 dos países más de Europa suroriental ingresaron en la UE: Rumanía y Bulgaria.

Foto de familia del Tratado de Lisboa

Para sustituir al fracasado proyecto constitucional, el 13 de diciembre de 2007, se firmó el conocido como Tratado de Lisboa. Este tratado tenía como objetivo mejorar el funcionamiento de la Unión Europea mediante la modificación del Tratado de Maastricht y el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea (Tratado de Roma).​ Algunas de las reformas más importantes que introdujo el Tratado de Lisboa fueron dotar  de personalidad jurídica a la UE, regular sus competencias, así como se establecieron los principios a los que debía atenerse su ejercicio: el de subsidiariedad y el proporcionalidad; se acordó también la reducción de las posibilidades de estancamiento en la toma de decisiones del Consejo de la Unión Europea mediante el voto por mayoría cualificada, un Parlamento Europeo con mayor peso mediante la extensión del procedimiento de decisión conjunta con el Consejo de la UE, la eliminación de los para entonces obsoletos tres pilares de la Unión Europea, y la creación de las figuras de Presidente del Consejo Europeo y Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad para dotar de una mayor coherencia y continuidad a las políticas de la UE.​ El Tratado de Lisboa, que entró en vigor el 1 de diciembre de 2009 también hizo que la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea fuese jurídicamente vinculante para los Estados miembros, excepto para Polonia y el Reino Unido,

Trascurrido más de medio siglo desde que se produjo la Declaración Schuman, la UE enfrentaba a retos como la aplicación del Tratado de Lisboa (en vigor desde el 1 de diciembre de 2009), el controvertido proceso de adhesión de Turquía, la ampliación en los Balcanes o la adhesión de Islandia después de verse gravemente afectada por la crisis económica del 2008-09. Pero, la Gran Recesión iniciada en 2008 y la Crisis del Euro afectaron la economía de la mayoría de los Estados miembros, pese a lo cual Croacia consiguió convertirse el 1 de julio de 2013 en el miembro número 28 de la Unión.​ En medio de la recesión, la UE y sus Estados miembros enfrentaron la crisis migratoria de 2015 en Europa que puso a prueba el sistema europeo común de asilo y el espacio Schengen.

Desde la firma del Tratado de Lisboa cualquier Estado miembro que lo desee puede solicitar la retirada de la UE. Es así que el gobierno del Reino Unido, tras el referéndum de 2016, realizó los preparativos para invocar el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea con que inició formalmente el proceso para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) que se hizo efectiva el 1 de febrero de 2020. Sin embargo, Groenlandia, como territorio, ya se había retirado de la Comunidad Europea tras un proceso desarrollado a mediados de los años 1980 al conseguir mayor autonomía de un Estado miembro (Dinamarca).

1.1.4. Instituciones europeas

Los Estados miembros delegan algunos de sus poderes decisorios en las instituciones comunes creadas por ellos para poder tomar democráticamente y en un ámbito europeo decisiones sobre asuntos específicos de interés conjunto. 

  • El Consejo Europeo está formado por los 27 jefes de Estado o Gobierno de todos los Estados miembros de la UE, el presidente del Consej​o Europeo y el presidente de la Comisión Europea. Por tanto, es el órgano político de mayor rango que se encarga de impulsar la acción política general y fijar las prioridades políticas. Se reúne al menos dos veces por semestre en encuentros denominados "cumbres europeas", aunque también puede haber sesiones extraordinarias si así se requiere. Es importante diferenciarlo de otras dos instituciones de nombre parecido: el Consejo de la Unión Europea (también llamado Consejo o Consejo de Ministros) y del Consejo de Europa (una institución que no pertenece a la UE). Además, el Consejo Europeo nombra y/o propone a: el presidente del Consejo Europeo; el presidente de la Comisión Europea; el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad; todo el colegio de Comisarios; y al presidente del Banco Central Europeo y la Junta Ejecutiva del mismo. 
  • El Consejo de la Unión Europea (Consejo de ministros) representa a los Estados miembros y es la principal instancia decisoria de la UE. Al igual que el Parlamento, fue creado por los tratados constitutivos en los años 50. A sus reuniones asiste un ministro de cada uno de los gobiernos nacionales de la UE. Los ministros cambian en función de los temas del orden del día. Por ejemplo, si el Consejo aborda asuntos medioambientales, a la reunión asisten los ministros de medio ambiente de cada país de la UE, y se denomina "Consejo de Medio Ambiente". Hay diferentes configuraciones distintas del Consejo, destacando la que trata “Asuntos económicos y financieros (ECOFIN)”.  Cada ministro participante puede comprometer a su gobierno, es decir, que su firma es la firma de todo el gobierno, y también es responsable ante su parlamento nacional y los ciudadanos a quienes dicho parlamento representa. Esto garantiza la legitimidad democrática de las decisiones del Consejo. Sus principales funciones es ejecutar las leyes y acuerdos europeos, coordinar las políticas económicas, aprobar el presupuesto de la UE (junto al Parlamento), firmar acuerdos de carácter internacional y diseñar la política exterior y de seguridad común. Los acuerdos han de adoptarse generalmente por mayoría cualificada.

  • El Parlamento europeo representa a los ciudadanos de la UE. Sus orígenes se remontan a los años 1950 y a los tratados constitutivos, y desde 1979 sus miembros son elegidos directamente por los ciudadanos a los que representan. Descrito como uno de los legisladores más poderosos del mundo,​ el Parlamento Europeo está compuesto por 705 diputados -distribuidos entre los 27 estados miembros, correspondiendo a España cincuenta y cuatro- que representan al segundo mayor electorado democrático del mundo (tras el Parlamento de la India) y el mayor electorado transnacional (375 millones de votantes en el año 2009).​ Además, es la única institución elegida directamente por los ciudadanos en la Unión Europea. Las elecciones tienen lugar cada cinco años, y todos los ciudadanos de la UE tienen derecho a votar y a presentar su candidatura, independientemente del lugar de la UE en el que vivan. Los miembros del Parlamento Europeo (diputados) no se sientan en bloques nacionales, sino en grupos políticos europeos. La sede principal está en Estrasburgo (Francia). Junto al Consejo de l Unión Europea, tiene funciones legislativas y presupuestarias, controla a otras instituciones de l UE y ratifica los acuerdos internacionales.

  • La Comisión Europea opera de manera independiente a los Gobiernos nacionales y representa y defiende los intereses de la Unión Europea. Es el brazo ejecutivo de la UE y tiene y la iniciativa legislativa, por lo que se encarga de proponer nueva legislación, aplicar las decisiones comunitarias, defender los tratados de la Unión y, en general, se ocupa de los asuntos diarios de la Unión; así, diseña y controla el gasto del presupuesto de la UE a través de la aplicación de las políticas comunitarias y de los fondos europeos. Se creó en los años 1950 y está compuesta por veintisiete miembros llamados comisarios. Hay un representante por cada Estado miembro; uno de los miembros es el presidente de la Comisión, que es seleccionado por el Parlamento Europeo de un candidato propuesto por el Consejo Europeo. Los otros veintiséis miembros de la Comisión son propuestos por el Consejo de la Unión Europea y el presidente electo, que deben ponerse de acuerdo para enviar una propuesta de Comisión al Parlamento Europeo, donde el conjunto se somete a una última votación. Se constituye por un periodo de cinco años y su sede está en Bruselas.

  • El Tribunal de Justicia de la Unión Europea TJUE) fue creado en 1952 en virtud del Tratado CECA. Tiene su sede en Luxemburgo y cumple la función de órgano de control del Derecho comunitario europeo, caracterizándose por su naturaleza judicial y supranacional. Su trabajo es garantizar que la legislación de la UE se interprete y se aplique del mismo modo en todos los países de la UE, a fin de que la ley sea igual para todos. El Tribunal también garantiza que los Estados miembros y las instituciones de la UE cumplan la ley. El Tribunal tiene poder para resolver conflictos legales entre Estados miembros, instituciones de la UE, empresas y particulares.

  • El Banco Central Europeo (BCE) fue creado en 1998, al amparo del Tratado de la Unión Europea, y tiene su sede en Frankfurt (Alemania). Su función es gestionar la moneda única europea, el euro, y constituye el principal eje del Eurosistema. El BCE es parte integrante del Sistema Europeo de Bancos Centrales, y tiene encomendado preservar la estabilidad de los precios y es también responsable de fijar las grandes líneas y ejecutar la política económica y monetaria de la UE.

  • El Comité de las Regiones fue creado en 1994 en virtud del Tratado de la Unión Europea. Este Comité es un organismo consultivo integrado por representantes de las autoridades regionales y locales de Europa. El Comité debe ser consultado antes de que se tomen decisiones de la UE sobre asuntos que conciernen al gobierno local y regional, tales como la política regional, el medio ambiente, la educación y el transporte. Los miembros del Comité son cargos municipales o regionales electos, a menudo presidentes regionales o alcaldes de grandes ciudades.

1.1.5. El futuro de la Unión Europea

Tras la sucesión de crisis que comienzan prácticamente con el fracaso de la Constitución europea y se agudizan con la crisis económica y financiera, parece que la Unión Europea, lejos de ser aniquilada o debilitada por el Brexit, ha encontrado una ventana de oportunidad inesperada que puede permitir afrontar las reformas que los actuales desafíos requieren. 

Este deseo de ver una Europa más unida ha llevado a una política exterior europea improvisada, articulada por los Estados miembros. Las capitales que han orquestado estas políticas son principalmente París y Berlín. El interés de Francia se centra en el vecindario sur mientras que las prioridades alemanas son las relaciones con Rusia y Europa Oriental. Una complicación adicional para elaborar políticas conjuntas es la idea muy diferente de los distintos países en cuanto al empleo de la fuerza militar. Francia y Alemania tienen culturas estratégicas muy diferentes. Estas diferencias suponen un fuerte condicionante a la defensa europea. Las actividades de la UE en el área de seguridad y defensa sólo podrán tener éxito si complementan a la OTAN, que sigue siendo de vital importancia para la UE en un mundo más multipolar. Únicamente EEUU puede aportar una disuasión nuclear creíble ante una Rusia que intenta apabullar a sus vecinos en Europa Oriental, Central y del Norte. Es el caso de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022, que perdura en el momento de redacción de estas líneas, está ocasionando numerosas tensiones internacionales y un rediseño de muchas de sus políticas; se está produciendo un apoyo económico y militar a Ucrania de forma nítida, en el marco de la OTAN y del apoyo estadounidense

Otro reto ha sido el Brexit. Aprobada en referéndum en 2016, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, dejó de ser Estado y pasó a tener la consideración de tercer Estado el 31 de enero de 2020, tras la ratificación del Acuerdo sobre la Retirada del Reino Unido de la Unión Europea y de la Comunidad Europea de la Energía Atómica. Muestra el predominio de la política y la emoción por encima de cálculos económicos racionales. Reino Unido, o lo que quedara de él tras la posible salida de Escocia e Irlanda del Norte, se convertiría en una economía menos abierta, con una potencial caída de la productividad a largo plazo. Se debió en parte a la mala cobertura dada por Londres sobre su relación con Europa, que sirvió para enmascarar el declive industrial de los 70 y 80 y los temores de unos Estados Unidos de Europa en los 90 y los 2000. Ahora, debe enfrentarse a una negociación sobre sus relaciones con el resto de países de la UE, junto a los problemas económicos, políticos y sociales que se están desarrollando en estos últimos años.

En conjunto, la política exterior de la UE permanece atrapada en un proceso inconcluso, en el que los “grandes” ocasionalmente asumen el liderazgo y las instituciones de Bruselas carecen del poder suficiente para un mayor protagonismo. Esto es desafortunado, dado que hay una demanda creciente para que Europa disponga de una política exterior común en respuesta a un mundo mucho más volátil y multipolar.

La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el 8 de abril de 2022 REUTERS/JANIS LAIZANS

En cuanto a futuros candidatos a su integración en la UE, el Tratado de Roma establecía que cualquier país europeo pueda solicitar la adhesión a la UE. Turquía, miembro de la OTAN, tiene un acuerdo de asociación con la UE y solicitó la adhesión en 1987. Su situación geográfica y su historia política hicieron que la UE dudase mucho tiempo antes de iniciar las negociaciones de adhesión con Turquía en octubre de 2005; unos meses antes lo hizo con Croacia, y en 2005 con Macedonia. Por ahora no se ha fijado todavía la fecha de entrada en vigor de ningún futuro tratado de adhesión para estos tres países al término de las negociaciones de adhesión. El resto de los países de los Balcanes occidentales que pertenecieron en su día a Yugoslavia, recurren ahora a la Unión Europea para acelerar su reconstrucción económica, mejorar sus relaciones, dañadas por guerras étnicas y religiosas, y consolidar sus instituciones democráticas. Islandia y Noruega son contrarias a la adhesión, entre otros motivos por el deseo de preservar el control sobre los recursos pesqueros y su alto nivel de vida. Por otras razones. Sulza ha rechazado su ingreso en la UE en 1992 y en 2001. Recientemente, Ucrania ha solicitado su ingreso, en el contexto de la guerra propiciada por la invasión rusa el 24 de febrero de 2022, una guerra estancada y sin visos de solución inmediata, lo cual condiciona esta misma adhesión.

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