Llegamos a uno de los hitos visuales más espectaculares de nuestro itinerario. A modo de espolón o avanzadilla de la sierra sobre el río, el castillo de Almodóvar del Río representa la imagen viajera que singulariza visualmente el trayecto entre Córdoba y Sevilla. Desde kilómetros atrás se otea en el horizonte esta colina donde se ubica al Castillo de la Floresta, lugar de renombre mundial al haberse rodado en sus inmediaciones películas de gran impacto en audiencia. En palabras de Francisco S. Márquez: Es el castillo de Almodóvar el mejor mirador para apreciar la trinidad paisajística de Córdoba: al norte azulean las estribaciones de Sierra Morena, al sur se extiende la llanura aluvial campiñesa cuadriculada por los cultivos, y entre ambas, verdea la fértil vega acosada por la anómala expansión de las parcelaciones. Su posición dominante y la proximidad al río Guadalquivir, y por tanto a la red histórica de comunicación que continúa aún en uso, aportan también a este paisaje un sentido de control, de poder y de fuerza que lo conectan con la idea de la población medieval fortificada y su área de influencia: una rica vega agrícola en una zona estratégica de paso.